La medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 permitió plantar una prometedora semilla de fútbol hispano. Durante los siguientes ocho años, el embrión germinó y creció. Pasó por etapas de tormenta y lluvias torrenciales, pero el brote era fuerte y resistió. En el año 2008, la flor se abrió de par en par y el fútbol español tocó la gloria. Cuando Iker Casillas alzó la Eurocopa al cielo en el estadio Ernst Happel de Viena los primeros frutos empezaban a ser recolectados.
En esa brecha de tiempo, los integrantes de aquella selección que maravilló durante la Eurocopa de Austria y Suiza pasaron por la fase de crecimiento y explosión, pero ninguno pudo disfrutar de una experiencia como los Juegos Olímpicos. Iker Casillas, Andrés Iniesta, David Villa, Fernando Torres, David Silva, Santi Cazorla, Xabi Alonso y un largo etcétera se quedaron sin esa oportunidad.
En esa brecha de tiempo, los integrantes de aquella selección que maravilló durante la Eurocopa de Austria y Suiza pasaron por la fase de crecimiento y explosión, pero ninguno pudo disfrutar de una experiencia como los Juegos Olímpicos. Iker Casillas, Andrés Iniesta, David Villa, Fernando Torres, David Silva, Santi Cazorla, Xabi Alonso y un largo etcétera se quedaron sin esa oportunidad.
Atenas 2004
Para la XXVIII edición de los Juegos Olímpicos Modernos el Comité Olímpico Internacional quiso enmendar el error que había cometido ocho años antes, el conceder los Juegos del Centenario a Atlanta. La capital de Grecia y cuna del Olimpismo fue la elegida para acoger el evento en el año 2004, por delante de Roma, Ciudad del Cabo, Estocolmo y Buenos Aires.
En Atenas se congregaron deportistas de 201 naciones, un nuevo récord de participación en la historia olímpica. La ciudad helénica quería estar a la altura del evento, por lo que invirtió una gran cantidad de recursos para la construcción y remodelación de las sedes e infraestructuras. La herencia económica de aquellos Juegos es aún hoy en día tema de actualidad en Grecia, como también el estado en que se encuentran muchas de las instalaciones.
En el torneo de fútbol masculino, la Argentina de Saviola, Tévez y Mascherano, liderada desde el banquillo por Marcelo Bielsa, conquistó la medalla de oro tras imponerse a Brasil en la final (2-1). El bronce se lo llevó Italia, con Pirlo y De Rossi como estandartes, frente a la revelación futbolística de los Juegos, Irak (2-0).
En el campeonato femenino, Estados Unidos seguía imparable y se llevó su segundo oro tras derrotar a Brasil (2-1). En aquellas selecciones empezaban a destacar nombres propios del fútbol femenino contemporáneo, como Abby Wambach, Marta o Formiga. El bronce se lo llevó Alemania, que derrotó a Suecia (1-0).
La selección española de fútbol no alcanzó los Juegos de Atenas 2004, ni siquiera logró clasificarse para el Europeo sub 21 pues fue eliminada por Suecia en el play off que daba acceso a la fase final del torneo. Era la sub 21 de Victor Valdés y Pepe Reina, Asier del Horno, Dani Jarque, Mikel Arteta, Rubén Castro o Fernando Torres, y en ella comenzaban a tener minutos Andrés Iniesta y David Villa.
Para la XXVIII edición de los Juegos Olímpicos Modernos el Comité Olímpico Internacional quiso enmendar el error que había cometido ocho años antes, el conceder los Juegos del Centenario a Atlanta. La capital de Grecia y cuna del Olimpismo fue la elegida para acoger el evento en el año 2004, por delante de Roma, Ciudad del Cabo, Estocolmo y Buenos Aires.
En Atenas se congregaron deportistas de 201 naciones, un nuevo récord de participación en la historia olímpica. La ciudad helénica quería estar a la altura del evento, por lo que invirtió una gran cantidad de recursos para la construcción y remodelación de las sedes e infraestructuras. La herencia económica de aquellos Juegos es aún hoy en día tema de actualidad en Grecia, como también el estado en que se encuentran muchas de las instalaciones.
En el torneo de fútbol masculino, la Argentina de Saviola, Tévez y Mascherano, liderada desde el banquillo por Marcelo Bielsa, conquistó la medalla de oro tras imponerse a Brasil en la final (2-1). El bronce se lo llevó Italia, con Pirlo y De Rossi como estandartes, frente a la revelación futbolística de los Juegos, Irak (2-0).
En el campeonato femenino, Estados Unidos seguía imparable y se llevó su segundo oro tras derrotar a Brasil (2-1). En aquellas selecciones empezaban a destacar nombres propios del fútbol femenino contemporáneo, como Abby Wambach, Marta o Formiga. El bronce se lo llevó Alemania, que derrotó a Suecia (1-0).
La selección española de fútbol no alcanzó los Juegos de Atenas 2004, ni siquiera logró clasificarse para el Europeo sub 21 pues fue eliminada por Suecia en el play off que daba acceso a la fase final del torneo. Era la sub 21 de Victor Valdés y Pepe Reina, Asier del Horno, Dani Jarque, Mikel Arteta, Rubén Castro o Fernando Torres, y en ella comenzaban a tener minutos Andrés Iniesta y David Villa.
Pekín 2008
Por tercera vez en la historia olímpica una ciudad asiática fue la elegida para albergar los Juegos Olímpicos, en este caso los del año 2008. Pekín se impuso en la votación a Toronto, París, Estambul y Osaka tomó el relevo de Seúl (1988) y Tokio (1964).
La capital de la República Popular China no reparó en gastos. Quería unos Juegos grandiosos y, al menos en el presupuesto, lo fueron, pues los Juegos de Pekín 2008 resultaron los más costosos de la historia del Olimpismo moderno. Claro que también tuvieron que lidiar con la polémica, especialmente en cuestiones medioambientales y de derechos humanos.
En Pekín se volvió a batir el récord de naciones participantes, 204, y continuó escribiéndose la leyenda de varios deportistas. En natación, Michael Phelps repitó la hazaña de Atenas 2004 y conquistó ocho medallas doradas; en atletismo, Usain Bolt logró el oro en 100 metros, 200 metros y relevos 4x100, pero además batió el récord mundial de las tres categorías; y en salto con pértiga, Yelena Isinbáyeva se colgó la medalla dorada y batió otra vez el récord del mundo, estableciendo la plusmarca en 5,05 metros.
En el torneo de fútbol de femenino se aumentó la participación a 12 selecciones y, curiosamente, se repitió el podio de la edición anterior. Oro para Estados Unidos, plata para Brasil y bronce para Alemania, que esta vez derrotó a Japón en el partido por el tercer y cuarto puesto. Uno de los pilares de aquel combinado germano era Nadine Angerer, la primera guardameta que ganó el Balón de Oro de la FIFA, en 2013.
En la competición masculina Argentina volvió a brillar con luz propia y se colgó su segundo oro consecutivo tras superar a Nigeria en la final (0-1). Los talentos no dejaban de salir de la cantera albiceleste: Leo Messi, Kun Agüero, Gago, Banega, Di María, todos ellos añadieron la medalla dorada a un palmarés que no tardaría en desbordarse. El bronce fue para la Brasil de Diego Alves, Marcelo, Pato o Thiago Silva, entre otros, que se impuso a Bélgica (0-3).
La selección española de fútbol repitió ausencia en Pekín y en la fase final del Europeo sub 21. El combinado hispano, al que había vuelto a entrenar Iñaki Sáez, cayó de nuevo en el play off de acceso al torneo, esta vez ante la Italia de Chiellini, Nocerino, Montolivo, Aquilani o Guisseppe Rossi. En aquella selección española sub 21 ya eran habituales David Silva, Raúl Albiol o Roberto Soldado y empezaban a despuntar Santi Cazorla o Gerard Piqué. Claro que ese año el disgusto por no lograr clasificarse para los Juegos Olímpicos se disipó en buena medida un 29 de junio de 2008 en Viena.
Por tercera vez en la historia olímpica una ciudad asiática fue la elegida para albergar los Juegos Olímpicos, en este caso los del año 2008. Pekín se impuso en la votación a Toronto, París, Estambul y Osaka tomó el relevo de Seúl (1988) y Tokio (1964).
La capital de la República Popular China no reparó en gastos. Quería unos Juegos grandiosos y, al menos en el presupuesto, lo fueron, pues los Juegos de Pekín 2008 resultaron los más costosos de la historia del Olimpismo moderno. Claro que también tuvieron que lidiar con la polémica, especialmente en cuestiones medioambientales y de derechos humanos.
En Pekín se volvió a batir el récord de naciones participantes, 204, y continuó escribiéndose la leyenda de varios deportistas. En natación, Michael Phelps repitó la hazaña de Atenas 2004 y conquistó ocho medallas doradas; en atletismo, Usain Bolt logró el oro en 100 metros, 200 metros y relevos 4x100, pero además batió el récord mundial de las tres categorías; y en salto con pértiga, Yelena Isinbáyeva se colgó la medalla dorada y batió otra vez el récord del mundo, estableciendo la plusmarca en 5,05 metros.
En el torneo de fútbol de femenino se aumentó la participación a 12 selecciones y, curiosamente, se repitió el podio de la edición anterior. Oro para Estados Unidos, plata para Brasil y bronce para Alemania, que esta vez derrotó a Japón en el partido por el tercer y cuarto puesto. Uno de los pilares de aquel combinado germano era Nadine Angerer, la primera guardameta que ganó el Balón de Oro de la FIFA, en 2013.
En la competición masculina Argentina volvió a brillar con luz propia y se colgó su segundo oro consecutivo tras superar a Nigeria en la final (0-1). Los talentos no dejaban de salir de la cantera albiceleste: Leo Messi, Kun Agüero, Gago, Banega, Di María, todos ellos añadieron la medalla dorada a un palmarés que no tardaría en desbordarse. El bronce fue para la Brasil de Diego Alves, Marcelo, Pato o Thiago Silva, entre otros, que se impuso a Bélgica (0-3).
La selección española de fútbol repitió ausencia en Pekín y en la fase final del Europeo sub 21. El combinado hispano, al que había vuelto a entrenar Iñaki Sáez, cayó de nuevo en el play off de acceso al torneo, esta vez ante la Italia de Chiellini, Nocerino, Montolivo, Aquilani o Guisseppe Rossi. En aquella selección española sub 21 ya eran habituales David Silva, Raúl Albiol o Roberto Soldado y empezaban a despuntar Santi Cazorla o Gerard Piqué. Claro que ese año el disgusto por no lograr clasificarse para los Juegos Olímpicos se disipó en buena medida un 29 de junio de 2008 en Viena.