Que España lograse la clasificación para los cuartos de final de Sídney 2000 sin una sola baja en sus filas resultó casi un milagro a tenor de lo que las crónicas relatan del choque frente a Marruecos. La selección hispana acabó ganando por dos tantos a cero, pero el zarpazo final no llegó hasta el último suspiro y durante muchos minutos se mantuvo el suspense ante un equipo marroquí que convirtió el juego en más batalla que partido de fútbol.
A la Roja le tocó sufrir desde el momento en que el colegiado señaló el inicio del choque. Los españoles "tuvieron que emplearse a fondo para someter a un violento equipo africano, que se preocupó más de agredir a su rival que de buscar la portería", escribió Julián Ávila, enviado especial del diario ABC. Y todo ello con la connivencia del árbitro, por añadidura.
España ganó la primera batalla en el centro del campo cuando logró poner orden y dejó que Xavi liderara el asalto al área de Tarik. A base de cabeza y concentración, el combinado hispano logró romper la barrera marroquí. "La consigna era soltar con rapidez el balón para evitar la patada y el parón, trasladarlo de un lado a otro del campo y buscar los desmarques de José Mari y Tamudo", relató Ávila.
En pocos minutos el combinado español acumuló un rosario de ocasiones desperdiciadas ante el marco de Taquik- que salvó unas cuantas- hasta que, superada la media hora de juego, José Mari acertó a enviar el cuero al fondo de las redes aprovechando un balón suelto en el área.
El problema es que España no logró matar el encuentro y volvió a encabezar la hermandad de los sufridores. "Sufrió España porque cuando llegas solo delante del portero en ocho ocasiones en la primera parte y sólo marcas un gol te entran los temores", firmó Cristina Cubero en Mundo Deportivo.
En el segundo período, Marruecos comenzó a presionar la salida de balón hispana y los de Iñaki Sáez volvieron a padecer una desconexión de líneas. El balón pasaba de la defensa al ataque sin transitar por la medular y, en esas circunstancias, resultaba difícil encontrar el tanto que trajera la tranquilidad a las filas españolas.
Por si esto fuera poco, el combinado rojo sabía desde el descanso que Corea del Sur estaba ganando a Chile en el otro partido del grupo B y que un empate terminaría con los sueños dorados. Porque el 1-0 se mantenía, pero España temía que en una acción aislada Marruecos consiguiera equilibrar el partido.
El sufrimiento sólo cesó en el minuto 89, cuando Gabri, que había entrado al campo por José Mari en el 65, cabeceó una volea defectuosa de Tamudo y aseguró el triunfo hispano y el billete para los cuartos de final del torneo olímpico, donde volvería a verse las caras con una temida enemiga: Italia.
Ficha técnica
España: Aranzubía; Puyol, Amaya, Unai, Capdevila; Velamazán (Ferrón, 75'), Xavi (Ismael, 89'), Albelda, Angulo; Tamudo, José Mari (Gabri, 65').
Marruecos: Tarik; Roumani (Zairi, 43'), Ouchla, El Brazi; Kacemi, El Assas, Safri, Aboub (Oulmers, 79'); El Moubarki, El Barodi (Nater, 46'), El Khattari.
Goles: 1-0 José Mari (33'). 2-0 Gabri (90').
Árbitro: Lu Jun (China). Mostró cartulinas amarillas a Unai y Aranzubía, por España, y a Kacemi, por Marruecos. Además expulsó a Felip, que estaba en el banquillo, en el minuto 89 y a El-Brazi en el 94.
Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada de la fase de grupos en el grupo B, disputado en el Cricket Ground de Melbourne ante 24.623 espectadores.
A la Roja le tocó sufrir desde el momento en que el colegiado señaló el inicio del choque. Los españoles "tuvieron que emplearse a fondo para someter a un violento equipo africano, que se preocupó más de agredir a su rival que de buscar la portería", escribió Julián Ávila, enviado especial del diario ABC. Y todo ello con la connivencia del árbitro, por añadidura.
España ganó la primera batalla en el centro del campo cuando logró poner orden y dejó que Xavi liderara el asalto al área de Tarik. A base de cabeza y concentración, el combinado hispano logró romper la barrera marroquí. "La consigna era soltar con rapidez el balón para evitar la patada y el parón, trasladarlo de un lado a otro del campo y buscar los desmarques de José Mari y Tamudo", relató Ávila.
En pocos minutos el combinado español acumuló un rosario de ocasiones desperdiciadas ante el marco de Taquik- que salvó unas cuantas- hasta que, superada la media hora de juego, José Mari acertó a enviar el cuero al fondo de las redes aprovechando un balón suelto en el área.
El problema es que España no logró matar el encuentro y volvió a encabezar la hermandad de los sufridores. "Sufrió España porque cuando llegas solo delante del portero en ocho ocasiones en la primera parte y sólo marcas un gol te entran los temores", firmó Cristina Cubero en Mundo Deportivo.
En el segundo período, Marruecos comenzó a presionar la salida de balón hispana y los de Iñaki Sáez volvieron a padecer una desconexión de líneas. El balón pasaba de la defensa al ataque sin transitar por la medular y, en esas circunstancias, resultaba difícil encontrar el tanto que trajera la tranquilidad a las filas españolas.
Por si esto fuera poco, el combinado rojo sabía desde el descanso que Corea del Sur estaba ganando a Chile en el otro partido del grupo B y que un empate terminaría con los sueños dorados. Porque el 1-0 se mantenía, pero España temía que en una acción aislada Marruecos consiguiera equilibrar el partido.
El sufrimiento sólo cesó en el minuto 89, cuando Gabri, que había entrado al campo por José Mari en el 65, cabeceó una volea defectuosa de Tamudo y aseguró el triunfo hispano y el billete para los cuartos de final del torneo olímpico, donde volvería a verse las caras con una temida enemiga: Italia.
Ficha técnica
España: Aranzubía; Puyol, Amaya, Unai, Capdevila; Velamazán (Ferrón, 75'), Xavi (Ismael, 89'), Albelda, Angulo; Tamudo, José Mari (Gabri, 65').
Marruecos: Tarik; Roumani (Zairi, 43'), Ouchla, El Brazi; Kacemi, El Assas, Safri, Aboub (Oulmers, 79'); El Moubarki, El Barodi (Nater, 46'), El Khattari.
Goles: 1-0 José Mari (33'). 2-0 Gabri (90').
Árbitro: Lu Jun (China). Mostró cartulinas amarillas a Unai y Aranzubía, por España, y a Kacemi, por Marruecos. Además expulsó a Felip, que estaba en el banquillo, en el minuto 89 y a El-Brazi en el 94.
Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada de la fase de grupos en el grupo B, disputado en el Cricket Ground de Melbourne ante 24.623 espectadores.