La vigésima edición de los Juegos Olímpicos modernos no pasó a la historia por las hazañas deportivas de sus participantes. Todo el esfuerzo económico que había invertido Múnich en superar a sus predecesoras en modernidad, instalaciones e innovaciones técnicas quedó empañada el 5 de septiembre de 1972.
El grupo terrorista palestino Septiembre Negro se coló en la Villa Olímpica y secuestró y asesino a once integrantes del equipo de Israel. El mayor evento deportivo internacional, creado con el espíritu de unir a todas las naciones bajo una bandera de paz, se teñía así de sangre y muerte. A pesar de los intentos por suspender los Juegos, el programa siguió el curso establecido y se disputaron las competiciones.
El torneo futbolístico volvió a experimentar un nuevo cambio en el sistema de competición. En la primera fase las dieciséis selecciones se dividieron en cuatro grupos y las dos mejores de cada uno pasaron a una segunda ronda por grupos. Las ocho clasificadas quedaron encuadradas en dos grupos de cuatro; las dos campeonas jugarían la final, y las subcampeonas, el partido por el tercer y cuarto puesto.
En Múnich 1972 volvió a quedar patente la hegemonía del fútbol de Europa del Este. Polonia conquistó la medalla de oro tras imponerse a la vigente campeona Hungría (2-1), mientras que el bronce lo compartieron las selecciones de la Unión Soviética y la República Democrática Alemana, que habían empatado a dos goles. Un hecho sin precedentes y nunca más repetido.
España volvió a quedarse fuera de unos Juegos Olímpicos tras una desastrosa actuación en el torneo preolímpico, que había vuelto a variar el formato. Tras una primera eliminatoria, los equipos restantes formaban grupos de tres y disputaban una liguilla que decidía qué selección se clasificaba para los Juegos.
La selección olímpica española superó sin dificultades a su primera rival, Turquía. Venció por 3-0 en El Helmántico y certificó el triunfo en el encuentro de vuelta tras ganar por 0-1. Pero las cosas se complicaron en la liguilla, donde tuvo que verse las caras con dos potencias del Este: Polonia y Bulgaria.
En el primer partido cayó por 0-2 ante los polacos en El Molinón y quince días después sufrió una humillante y controvertida goleada a manos de los búlgaros en Sofía. La selección perdió por 8-3 en un partido con tres expulsiones españolas en la primera parte (Guisasola, García Remón y Grande) y varios penaltis polémicos.
Los encuentros de vuelta no fueron mejores; España volvió a perder por 2-0 frente a Polonia en Szczecin y empató a tres goles frente a Bulgaria en El Plantío. Para el anecdotario quedó que una selección olímpica con futbolistas de la talla de García Remón, Quini, Jesús Castro o Santillana se quedó sin saborear las mieles de unos Juegos Olímpicos.
Para saber más: La masacre de Múnich 1972 en TVE
El grupo terrorista palestino Septiembre Negro se coló en la Villa Olímpica y secuestró y asesino a once integrantes del equipo de Israel. El mayor evento deportivo internacional, creado con el espíritu de unir a todas las naciones bajo una bandera de paz, se teñía así de sangre y muerte. A pesar de los intentos por suspender los Juegos, el programa siguió el curso establecido y se disputaron las competiciones.
El torneo futbolístico volvió a experimentar un nuevo cambio en el sistema de competición. En la primera fase las dieciséis selecciones se dividieron en cuatro grupos y las dos mejores de cada uno pasaron a una segunda ronda por grupos. Las ocho clasificadas quedaron encuadradas en dos grupos de cuatro; las dos campeonas jugarían la final, y las subcampeonas, el partido por el tercer y cuarto puesto.
En Múnich 1972 volvió a quedar patente la hegemonía del fútbol de Europa del Este. Polonia conquistó la medalla de oro tras imponerse a la vigente campeona Hungría (2-1), mientras que el bronce lo compartieron las selecciones de la Unión Soviética y la República Democrática Alemana, que habían empatado a dos goles. Un hecho sin precedentes y nunca más repetido.
España volvió a quedarse fuera de unos Juegos Olímpicos tras una desastrosa actuación en el torneo preolímpico, que había vuelto a variar el formato. Tras una primera eliminatoria, los equipos restantes formaban grupos de tres y disputaban una liguilla que decidía qué selección se clasificaba para los Juegos.
La selección olímpica española superó sin dificultades a su primera rival, Turquía. Venció por 3-0 en El Helmántico y certificó el triunfo en el encuentro de vuelta tras ganar por 0-1. Pero las cosas se complicaron en la liguilla, donde tuvo que verse las caras con dos potencias del Este: Polonia y Bulgaria.
En el primer partido cayó por 0-2 ante los polacos en El Molinón y quince días después sufrió una humillante y controvertida goleada a manos de los búlgaros en Sofía. La selección perdió por 8-3 en un partido con tres expulsiones españolas en la primera parte (Guisasola, García Remón y Grande) y varios penaltis polémicos.
Los encuentros de vuelta no fueron mejores; España volvió a perder por 2-0 frente a Polonia en Szczecin y empató a tres goles frente a Bulgaria en El Plantío. Para el anecdotario quedó que una selección olímpica con futbolistas de la talla de García Remón, Quini, Jesús Castro o Santillana se quedó sin saborear las mieles de unos Juegos Olímpicos.
Para saber más: La masacre de Múnich 1972 en TVE