La participación de la selección española de fútbol en Ámsterdam 1928 fue la última en unos Juegos Olímpicos durante muchos años. Tuvieron que pasar 40 años y siete ediciones del torneo para que el fútbol español volviera a disfrutar del espíritu olímpico.
Los Ángeles 1932
El profesionalismo ya era una realidad en los principales potencias futbolísticas y no querían que las 'leyes' de los Juegos Olímpicos, que sólo permitían la participación de jugadores amateurs, mermaran su rendimiento. En Ámsterdam 1928 muchos países habían hecho ciertas trampas, incorporando jugadores profesionales en sus selecciones, pero el Comité Olímpico Internacional no volvió a pasarlo por alto. Por no hablar de que en 1930 se había disputado el primer Mundial con enorme éxito, pues el torneo impulsado por Jules Rimet sí permitía jugadores profesionales.
En agosto de 1930, el presidente del COI Baillet- Latour, advirtió de los planes del Comité de cara a los Juegos: "Estamos firmemente decididos a manteneros en los principios votados en el Congreso de Praga de 1925. Es decir, a que los participantes olímpicos sean íntegramente 'amateurs', sin aceptar ninguna compensación por salarios perdidos. Al confeccionar el programa de los Juegos serán excluídos los deportes que se hallen en oposición a esa teoría integral de amateurismo".
Finalmente no hubo torneo de fútbol en Los Ángeles 1932.
El profesionalismo ya era una realidad en los principales potencias futbolísticas y no querían que las 'leyes' de los Juegos Olímpicos, que sólo permitían la participación de jugadores amateurs, mermaran su rendimiento. En Ámsterdam 1928 muchos países habían hecho ciertas trampas, incorporando jugadores profesionales en sus selecciones, pero el Comité Olímpico Internacional no volvió a pasarlo por alto. Por no hablar de que en 1930 se había disputado el primer Mundial con enorme éxito, pues el torneo impulsado por Jules Rimet sí permitía jugadores profesionales.
En agosto de 1930, el presidente del COI Baillet- Latour, advirtió de los planes del Comité de cara a los Juegos: "Estamos firmemente decididos a manteneros en los principios votados en el Congreso de Praga de 1925. Es decir, a que los participantes olímpicos sean íntegramente 'amateurs', sin aceptar ninguna compensación por salarios perdidos. Al confeccionar el programa de los Juegos serán excluídos los deportes que se hallen en oposición a esa teoría integral de amateurismo".
Finalmente no hubo torneo de fútbol en Los Ángeles 1932.
Berlín 1936
El fútbol regresó al cartel de los Juegos Olímpicos para la XI edición, que se celebró en Berlín. La tensión política ya era manifiesta en Europa, de hecho se denominó al torneo la Olimpiada nazi. Hitler deseaba que todo el mundo conociera el poderío de la raza aria, pero sus sueños fueron reventados por un atleta estadounidese de origen africano: Jesse Owens.
El torneo futbolístico tuvo su cifra de participantes más baja desde Amberes 1920: 16 selecciones. Por primera vez el continente asiático estuvo representado en la disciplina del balompié por China y Japón y también debutó Perú, única nación sudamericana presente. Italia se colgó la medalla de oro tras superar en la final a Austria (2-1), que se llevó la plata. El bronce fue para Noruega, que derrotó a Polonia (3-2).
España había previsto participar en un primer momento, pero las cosas se complicaron. El Gobierno español, encabezado por Manuel Azaña, denegó todo tipo de subvenciones económicas a los atletas que participaran en los Juegos. A ello se unió más tarde el intento de boicot a la competición olímpica nazi con la creación de la Olimpiada Popular de Barcelona, que reivindicaba el verdadero espítiru olímpico y la celebración de competiciones deportivas bajo la bandera de la paz y no como elemento propagandístico. Pero el golpe de Estado fascista contra la II República impidió que se disputaran los Juegos populares y el estallido de la Guerra Civil española acabó con cualquier intención de acudir a Berlín.
El fútbol regresó al cartel de los Juegos Olímpicos para la XI edición, que se celebró en Berlín. La tensión política ya era manifiesta en Europa, de hecho se denominó al torneo la Olimpiada nazi. Hitler deseaba que todo el mundo conociera el poderío de la raza aria, pero sus sueños fueron reventados por un atleta estadounidese de origen africano: Jesse Owens.
El torneo futbolístico tuvo su cifra de participantes más baja desde Amberes 1920: 16 selecciones. Por primera vez el continente asiático estuvo representado en la disciplina del balompié por China y Japón y también debutó Perú, única nación sudamericana presente. Italia se colgó la medalla de oro tras superar en la final a Austria (2-1), que se llevó la plata. El bronce fue para Noruega, que derrotó a Polonia (3-2).
España había previsto participar en un primer momento, pero las cosas se complicaron. El Gobierno español, encabezado por Manuel Azaña, denegó todo tipo de subvenciones económicas a los atletas que participaran en los Juegos. A ello se unió más tarde el intento de boicot a la competición olímpica nazi con la creación de la Olimpiada Popular de Barcelona, que reivindicaba el verdadero espítiru olímpico y la celebración de competiciones deportivas bajo la bandera de la paz y no como elemento propagandístico. Pero el golpe de Estado fascista contra la II República impidió que se disputaran los Juegos populares y el estallido de la Guerra Civil española acabó con cualquier intención de acudir a Berlín.
Londres 1948
La Segunda Guerra Mundial hizo que el espíritu olímpico quedara abandonado en una esquina durante doce años. Con media Europa derruida y otra media derrotada, en 1948 se retomó la competición olímpica. Londres acogió los llamados 'Juegos de la Austeridad', marcados por la reutilización de infraestructuras y la escasez de alimentos. La villa olímpica como tal no existió, la mayoría de participantes se alojaron en barracones de las fuerzas aéreas.
El fútbol seguía regido por los principios del amateurismo, lo que supuso el inicio de la hegemonía de la Europa del Este, donde el profesionalismo no estaba reconocido. Afganistán, Corea del Sur y la India enviaron por primera vez a sus selecciones de fútbol y la lista de participantes se completó con otros quince países.
La medalla de oro fue para Suecia, que ganó por 3 goles a 1 a Yugoslavia (plata) y el bronce se lo quedó Dinamarca, que se impuso a Gran Bretaña (5-3). Como novedad en estos Juegos Olímpicos se repartieron diplomas olímpicos para los atletas clasificados hasta el sexto puesto.
España fue invitada a participar y aceptó, pero la selección de fútbol tuvo sus reticencias. En un primer momento se aceptó la idea de volver a mostrar el fútbol español en unos Juegos, incluso se decidieron con anterioridad las fechas para disputar encuentros de preparación, pero en el último momento, la selección hispana se echó para atrás.
La Segunda Guerra Mundial hizo que el espíritu olímpico quedara abandonado en una esquina durante doce años. Con media Europa derruida y otra media derrotada, en 1948 se retomó la competición olímpica. Londres acogió los llamados 'Juegos de la Austeridad', marcados por la reutilización de infraestructuras y la escasez de alimentos. La villa olímpica como tal no existió, la mayoría de participantes se alojaron en barracones de las fuerzas aéreas.
El fútbol seguía regido por los principios del amateurismo, lo que supuso el inicio de la hegemonía de la Europa del Este, donde el profesionalismo no estaba reconocido. Afganistán, Corea del Sur y la India enviaron por primera vez a sus selecciones de fútbol y la lista de participantes se completó con otros quince países.
La medalla de oro fue para Suecia, que ganó por 3 goles a 1 a Yugoslavia (plata) y el bronce se lo quedó Dinamarca, que se impuso a Gran Bretaña (5-3). Como novedad en estos Juegos Olímpicos se repartieron diplomas olímpicos para los atletas clasificados hasta el sexto puesto.
España fue invitada a participar y aceptó, pero la selección de fútbol tuvo sus reticencias. En un primer momento se aceptó la idea de volver a mostrar el fútbol español en unos Juegos, incluso se decidieron con anterioridad las fechas para disputar encuentros de preparación, pero en el último momento, la selección hispana se echó para atrás.