Los Juegos Olímpicos de 1928, en Ámsterdam, se presentaban como la gran oportunidad para que la España futbolística se librara del mal sabor de boca que había dejado la eliminación en el primer partido durante el torneo de París 1924.
Diecisiete selecciones acudieron al torneo olímpico: Alemania, Bélgica, España, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Suiza, Turquía y Yugoslava (Europa), Argentina, Chile, Estados Unidos, México y Uruguay (América) y Egipto (África).
Al combinado español le tocaba verse las caras en un primer momento con Estonia, pero su renuncia a participar le envió directamente a octavos de final, donde se vería las caras con México. El encuentro fue casi un trámite para España que, jugando a medio gas, le endosó un contundente 7-1 a la tricolor.
España se plantó en cuartos y se encontró con su enemigo más temible: Italia. En el duelo mediterráneo comenzaron a verse los defectos de la selección española, falta de entrenamiento, cohesión y pegada. Tras los noventa minutos reglamentarios y una prórroga de media hora, dividida en dos tiempos, el choque finalizó con empate a un gol.
Tres días después se disputó el partido de desempate y ahí España ya no pudo hacer nada para frenar a los impetuosos italianos. Los goles fueron cayendo uno tras otro en la meta roja, hasta alcanzar el funesto 7-1. Por segunda vez, España regresaba cabizbaja y antes de tiempo del torneo olímpico.
Y es que se habían vuelto a repetir los mismos errores que tanto se lamentaron y recalcaron tras la caída en París. Ausencia de entrenamiento más escasa cohesión entre los jugadores igual a nuevo fracaso olímpico.
Uruguay alcanza el Olimpo... Otra vez
Por segunda edición consecutiva, las selecciones sudamericanas sorprendieron al fútbol europeo. Argentina debutaba en unos Juegos Olímpicos y comenzó muy fuerte. Superó a Estados Unidos en los octavos de final gracias a un rotundo 11-2 y se plantó en la final tras eliminar a Bélgica (6-3) y Egipto (6-0).
Allí le esperaba la potencia uruguaya, que iba lanzada a por su segunda medalla de oro. La selección celeste había dejado en el camino a tres escuadras europeas: Holanda (0-2), Alemania (1-4) e Italia (2-3).
La final del torneo se decidió en dos partidos después de que el primer enfrentamiento entre argentinos y uruguayos finalizara con empate a un tanto. Las fuerzas estaban muy equilibradas, pero el conjunto charrúa logró inclinar la balanza en el segundo enfrentamiento y se impuso por 2-1.
Un nuevo Oro para Uruguay, el segundo en sus segundos Juegos Olímpicos, y una medalla de plata para Argentina, que tuvo un estreno sobresaliente. El bronce se lo llevó Italia tras 'masacrar' a Egipto en el choque por el tercer y cuarto puesto (11-3).
Holanda ganó el torneo de consolación que disputaron Chile, México, Bélgica y la propia selección naranja.
Diecisiete selecciones acudieron al torneo olímpico: Alemania, Bélgica, España, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Suiza, Turquía y Yugoslava (Europa), Argentina, Chile, Estados Unidos, México y Uruguay (América) y Egipto (África).
Al combinado español le tocaba verse las caras en un primer momento con Estonia, pero su renuncia a participar le envió directamente a octavos de final, donde se vería las caras con México. El encuentro fue casi un trámite para España que, jugando a medio gas, le endosó un contundente 7-1 a la tricolor.
España se plantó en cuartos y se encontró con su enemigo más temible: Italia. En el duelo mediterráneo comenzaron a verse los defectos de la selección española, falta de entrenamiento, cohesión y pegada. Tras los noventa minutos reglamentarios y una prórroga de media hora, dividida en dos tiempos, el choque finalizó con empate a un gol.
Tres días después se disputó el partido de desempate y ahí España ya no pudo hacer nada para frenar a los impetuosos italianos. Los goles fueron cayendo uno tras otro en la meta roja, hasta alcanzar el funesto 7-1. Por segunda vez, España regresaba cabizbaja y antes de tiempo del torneo olímpico.
Y es que se habían vuelto a repetir los mismos errores que tanto se lamentaron y recalcaron tras la caída en París. Ausencia de entrenamiento más escasa cohesión entre los jugadores igual a nuevo fracaso olímpico.
Uruguay alcanza el Olimpo... Otra vez
Por segunda edición consecutiva, las selecciones sudamericanas sorprendieron al fútbol europeo. Argentina debutaba en unos Juegos Olímpicos y comenzó muy fuerte. Superó a Estados Unidos en los octavos de final gracias a un rotundo 11-2 y se plantó en la final tras eliminar a Bélgica (6-3) y Egipto (6-0).
Allí le esperaba la potencia uruguaya, que iba lanzada a por su segunda medalla de oro. La selección celeste había dejado en el camino a tres escuadras europeas: Holanda (0-2), Alemania (1-4) e Italia (2-3).
La final del torneo se decidió en dos partidos después de que el primer enfrentamiento entre argentinos y uruguayos finalizara con empate a un tanto. Las fuerzas estaban muy equilibradas, pero el conjunto charrúa logró inclinar la balanza en el segundo enfrentamiento y se impuso por 2-1.
Un nuevo Oro para Uruguay, el segundo en sus segundos Juegos Olímpicos, y una medalla de plata para Argentina, que tuvo un estreno sobresaliente. El bronce se lo llevó Italia tras 'masacrar' a Egipto en el choque por el tercer y cuarto puesto (11-3).
Holanda ganó el torneo de consolación que disputaron Chile, México, Bélgica y la propia selección naranja.