El 24 de julio el Citrus Bowl acogió el tercer y último partido de España en la fase de grupos. El combinado hispano sabía que tanto la victoria, como el empate, le aseguraban el pase a cuartos; pero si quería evitar a Argentina debía ganar a Australia y tratar de superar a Francia en el golaverage. Lo que no entraba en los planes era una derrota, el resultado que se dio durante casi 80 minutos de partido.
Clemente volvió a experimentar con el once inicial y esta vez también varió la disposición táctica. Salió con tres centrales y dos laterales adelantados- Mendieta y Aranzábal- que casi formaban un trivote junto a José Ignacio y volvió a ubicar a Raúl como segundo punta, con Óscar y Dani a ambos flancos y Morientes en punta.
No pudo salir peor. A los tres minutos de juego Australia sacó los colores al equipo español y a su arriesgado sistema y logró el 1-0. Fue en una "penetración rápida de Viduka por la banda derecha con pase adelantado que Vidmar remató desde cerca", describió Joaquim Ibarz en su crónica para La Vanguardia.
España quiso reaccionar por medio de Óscar, pero Juric detuvo su remate a centro de José Ignacio. Perdonó el combinado ibérico y Australia lo agradeció con el 2-0 a los once minutos de juego. Mora rechazó un disparo de Corica, el balón quedó muerto y, entre Javi Navarro y Vidmar acabaron introduciéndolo en la portería.
Con esa ventaja en el marcador y la aparente inoperancia española, la selección oceánica bajó la intensidad y se limitó a dejar correr el cronómetro. España había regresado al 4-4-2 para cortar la hemorragia defensiva, pero seguía sin ideas en ataque. "Se limitaba a mover la pelota de una banda a otra sin saber como rebasar la nutrida defensa", escribió Enrique Ortego en ABC.
A la media hora de juego Clemente retiró a Mendieta y colocó a Lardín en su lugar, tratando de darle profundidad al juego español. Pero quien rescató a España del pozo en que había introducido fue Raúl. Cuando el primer tiempo agonizaba, el '7' español forzó una falta cerca del área y él mismo se encargó de lanzarla, directa a la escuadra derecha.
Clemente volvió a experimentar con el once inicial y esta vez también varió la disposición táctica. Salió con tres centrales y dos laterales adelantados- Mendieta y Aranzábal- que casi formaban un trivote junto a José Ignacio y volvió a ubicar a Raúl como segundo punta, con Óscar y Dani a ambos flancos y Morientes en punta.
No pudo salir peor. A los tres minutos de juego Australia sacó los colores al equipo español y a su arriesgado sistema y logró el 1-0. Fue en una "penetración rápida de Viduka por la banda derecha con pase adelantado que Vidmar remató desde cerca", describió Joaquim Ibarz en su crónica para La Vanguardia.
España quiso reaccionar por medio de Óscar, pero Juric detuvo su remate a centro de José Ignacio. Perdonó el combinado ibérico y Australia lo agradeció con el 2-0 a los once minutos de juego. Mora rechazó un disparo de Corica, el balón quedó muerto y, entre Javi Navarro y Vidmar acabaron introduciéndolo en la portería.
Con esa ventaja en el marcador y la aparente inoperancia española, la selección oceánica bajó la intensidad y se limitó a dejar correr el cronómetro. España había regresado al 4-4-2 para cortar la hemorragia defensiva, pero seguía sin ideas en ataque. "Se limitaba a mover la pelota de una banda a otra sin saber como rebasar la nutrida defensa", escribió Enrique Ortego en ABC.
A la media hora de juego Clemente retiró a Mendieta y colocó a Lardín en su lugar, tratando de darle profundidad al juego español. Pero quien rescató a España del pozo en que había introducido fue Raúl. Cuando el primer tiempo agonizaba, el '7' español forzó una falta cerca del área y él mismo se encargó de lanzarla, directa a la escuadra derecha.
El panorama había dado un giro importante para España al descanso y un único gol le separaba de los cuartos de final. Pero había que anotarlo y para ello, la selección hispana apostó por arriesgar. "Renunció a la defensa y se fue arriba con lo que le quedaba", leemos en la crónica de Ortego.
Australia se encontró con gran cantidad de espacios entre las líneas rivales, idóneas para lanzar el contragolpe, y al poco de reanudarse el juego Corica y Vidmar desperdiciaron dos ocasiones ante Mora. Tampoco España estuvo acertada en la finalización, aunque su gran problema era llegar al área con criterio. Clemente mandó al campo a De la Peña e Idiákez, pero cambiar el chip del patadón a la combinación no resultó tarea fácil.
Cuando la cuenta atrás se había iniciado, España sacó a relucir la histórica furia de la Roja y provocó más de una taquicardia entre el público español. Santi Denia puso el empate a dos en el marcador cuando restaban cuatro minutos para el final del tiempo reglamentario.
Y en el 92, "Iván de la Peña inventó la mejor jugada del encuentro, desairó a dos rivales por la derecha y centró para que Raúl González marcara un 3-2 que sabía a milagro", relata Cristina Cubero en las páginas de Mundo Deportivo. En seis minutos y a golpe de una suerte inimaginada, España había conseguido clasificarse para la siguiente ronda del torneo olímpico. Tuvo que conformarse con hacerlo como segunda del grupo B, así que no pudo evitar el cruce con Argentina.
Ficha técnica
España: Mora; Navarro, Santi, Karanka; Mendieta (Lardín, 32'), José Ignacio (De la Peña, 59'), Aranzábal; Óscar, Raúl, Dani; Morientes (Idiákez, 65').
Australia: Juric; Casserly, Horvat, Muscat, Babit, Moric (Aloisi, 56'); Corica, Tsekenis, Vidmar (Lozanovski, 66'); Viduka, Spiteri (Tiatto, 36').
Goles: 0-1 Vidmar (3'). 0-2 Vidmar (11'). 1-2 Raúl (41'). 2-2 Santi (86'). 3-2 Raúl (92').
Árbitro: Hugh Dallas (Escocia). Mostró cartulinas amarillas a Santi, Navarro, Aranzábal y Morientes, por España, y a Moric, Vidmar y Lozanovski, por Australia.
Incidencias: Partido correspondientes a la última jornada de la fase de grupos en el grupo B, disputado en el Citrus Bowl de Orlando ante 12.050 espectadores.
Australia se encontró con gran cantidad de espacios entre las líneas rivales, idóneas para lanzar el contragolpe, y al poco de reanudarse el juego Corica y Vidmar desperdiciaron dos ocasiones ante Mora. Tampoco España estuvo acertada en la finalización, aunque su gran problema era llegar al área con criterio. Clemente mandó al campo a De la Peña e Idiákez, pero cambiar el chip del patadón a la combinación no resultó tarea fácil.
Cuando la cuenta atrás se había iniciado, España sacó a relucir la histórica furia de la Roja y provocó más de una taquicardia entre el público español. Santi Denia puso el empate a dos en el marcador cuando restaban cuatro minutos para el final del tiempo reglamentario.
Y en el 92, "Iván de la Peña inventó la mejor jugada del encuentro, desairó a dos rivales por la derecha y centró para que Raúl González marcara un 3-2 que sabía a milagro", relata Cristina Cubero en las páginas de Mundo Deportivo. En seis minutos y a golpe de una suerte inimaginada, España había conseguido clasificarse para la siguiente ronda del torneo olímpico. Tuvo que conformarse con hacerlo como segunda del grupo B, así que no pudo evitar el cruce con Argentina.
Ficha técnica
España: Mora; Navarro, Santi, Karanka; Mendieta (Lardín, 32'), José Ignacio (De la Peña, 59'), Aranzábal; Óscar, Raúl, Dani; Morientes (Idiákez, 65').
Australia: Juric; Casserly, Horvat, Muscat, Babit, Moric (Aloisi, 56'); Corica, Tsekenis, Vidmar (Lozanovski, 66'); Viduka, Spiteri (Tiatto, 36').
Goles: 0-1 Vidmar (3'). 0-2 Vidmar (11'). 1-2 Raúl (41'). 2-2 Santi (86'). 3-2 Raúl (92').
Árbitro: Hugh Dallas (Escocia). Mostró cartulinas amarillas a Santi, Navarro, Aranzábal y Morientes, por España, y a Moric, Vidmar y Lozanovski, por Australia.
Incidencias: Partido correspondientes a la última jornada de la fase de grupos en el grupo B, disputado en el Citrus Bowl de Orlando ante 12.050 espectadores.