Ismael Ruiz, el talento que no cuajó
Ismael Ruiz Salmón nació en Santander el 7 de julio de 1997. Fue un prometedor centrocampista de la cantera del Racing de Santander y llegó al primer equipo verdiblanco con sólo 18 años. Sin embargo, su carrera sufrió un declive muy temprano y su proyección se vio estancada, hasta el punto de retirarse del fútbol con apenas 30 años. Su mayor éxito fue la medalla de plata que consiguió con la selección en los Juegos Olímpicos de Sídney.
Ángel Fraguas escribió en el Diario de León que Ismael destaca por su "calidad, empuje y experiencia. Se trata de un jugador que suele moverse por delante de la defensa, con continuos robos de balón y posterior distribución siempre con cordura futbolística".
Ismael comenzó a desarrollar su carrera como futbolista en el Rayo Cantabria y en las categorías inferiores del Racing de Santander. En la temporada 95-96, con 18 años, ya era un jugador fijo en el filial del Racing B y Vicente Miera supo ver sus buenas cualidades. El 29 de septiembre debutó en Primera División en El Sardinero y ante el Sevilla. A lo largo de la temporada combinó los partidos en el filial racinguista y la participación esporádica en el primer equipo, con el que jugó ocho encuentros.
Menos suerte tuvo durante el curso 96-97, en el que únicamente jugó cuatro encuentros en el Racing. Fueron suficientes, sin embargo, para ganarse un hueco en la selección española sub 20 que acudió al Mundial ese verano. Ismael ya había participado con el combinado de Iñaki Sáez en algunos encuentros y en la Copa del Mundo fue titular hasta los cuartos de final, cuando Irlanda eliminó al equipo español.
En la temporada 97-98, Ismael se propuso hacerse un hueco en las alineaciones verdiblancas y durante la primera parte de la liga lo consiguió. Participó en 22 encuentros, fue titular en 16 ocasiones y marcó un gol, pero en febrero sufrió una lesión de larga duración que le tuvo en el dique seco todo lo que restaba de campeonato.
Ismael volvió más fuerte tras la lesión y en la campaña 98-99 consiguió convertirse en uno de los pilares del equipo santanderino. Jugó 39 encuentros, 37 de ellos desde el inicio, y marcó cuatro goles, su mejor registro en el Racing de Santander. Ese curso consiguió además dar un salto más como internacional y se estrenó con la selección sub 21.
No tuvo tanta suerte durante la temporada 99-00 en el Racing y únicamente disputó una veintena de encuentros, pero le bastó para ganarse un sitio en la sub 21 durante el Europeo, en el que España ganó el bronce y el billete a los Juegos Olímpicos. En septiembre volvió a recibir un nuevo premio en forma de convocatoria para el torneo de Sídney 2000.
Para Iñaki Sáez, Ismael Ruiz había sido un jugador habitual, aunque con la irrupción de Xavi y Albelda en el centro del campo se vio relegado al banquillo. Durante los Juegos de Sídney, Ismael tuvo un papel secundario, que se vio reducido a jugar doce minutos entre los choques contra Corea del Sur y Marruecos. Como a todos sus compañeros, la plata le subo a poco, pero representó el logro más importante de su carrera.
De vuelta en Santander le tocó vivir una temporada dura. En el plano individual no le fue mal, a pesar de regresar con la temporada ya empezada. Participó en 23 encuentros y fue titular en 17 ocasiones. Pero en el aspecto colectivo el curso tuvo como desenlace el descenso a Segunda División. Ismael era considerado entonces un gran valor y buscó alguna salida que le permitiera seguir en Primera. Uno de los equipos interesados fue el Tenerife, pero finalmente permaneció en Santander y fue una de las columnas sobre las que se asentó el proyecto para retornar a la élite.
Ismael volvió a ser un titular fijo en las alineaciones racinguistas, sobre todo en la primera mitad de la temporada 01-02, aunque en las últimas jornadas volvió a ser un revulsivo. En total acumuló 32 encuentros jugados, 25 como titular, y logró dos tantos que colaboraron a devolver a Racing a Primera División. El mediocentro montañés jugó una última campaña en el club verdiblanco y curiosamente se dio la situación de años anteriores. Comenzó la liga en las alineaciones iniciales pero, a partir de diciembre, perdió la condición de titular.
Los partidos que jugó en su último año con el Racing le permitieron entrar en la selecta lista de jugadores verdiblancos que acumulan más de cien partidos con el club en Primera. Ismael ocupa la decimoséptima posición, con 129 encuentros. Su balance total en el combinado racinguista es de 174 partidos y 10 goles.
De Santander se marchó a Barcelona para jugar en el Terrassa de Segunda División. Ismael llegaba al equipo catalán como un fichaje estrella y fue un jugador básico durante la primera campaña con Lillo en el banquillo, en la que jugó 33 encuentros y anotó dos goles. Sin embargo, en la temporada 04-05 no jugó ningún partido, al principio por culpa de una lesión, luego por decisión técnica. En el verano de 2005 se marchó cedido al Real Oviedo de Segunda B, donde participó en 24 partidos, todos como titular.
Regresó al Terrassa en la temporada 06-07, dispuesto a emplear su último año de contrato de la mejor forma, pero no jugó. Vista su situación a comienzos del curso buscó la manera de salir del club y buscarse un nuevo destino, de hecho la Cultural Leonesa estaba muy interesada en su contratación, pero no fue posible. Acabó sus días como futbolista en el Benidorm, al que llegó en la temporada 07-08 y con el que jugó diecisiete partidos.
Ángel Fraguas escribió en el Diario de León que Ismael destaca por su "calidad, empuje y experiencia. Se trata de un jugador que suele moverse por delante de la defensa, con continuos robos de balón y posterior distribución siempre con cordura futbolística".
Ismael comenzó a desarrollar su carrera como futbolista en el Rayo Cantabria y en las categorías inferiores del Racing de Santander. En la temporada 95-96, con 18 años, ya era un jugador fijo en el filial del Racing B y Vicente Miera supo ver sus buenas cualidades. El 29 de septiembre debutó en Primera División en El Sardinero y ante el Sevilla. A lo largo de la temporada combinó los partidos en el filial racinguista y la participación esporádica en el primer equipo, con el que jugó ocho encuentros.
Menos suerte tuvo durante el curso 96-97, en el que únicamente jugó cuatro encuentros en el Racing. Fueron suficientes, sin embargo, para ganarse un hueco en la selección española sub 20 que acudió al Mundial ese verano. Ismael ya había participado con el combinado de Iñaki Sáez en algunos encuentros y en la Copa del Mundo fue titular hasta los cuartos de final, cuando Irlanda eliminó al equipo español.
En la temporada 97-98, Ismael se propuso hacerse un hueco en las alineaciones verdiblancas y durante la primera parte de la liga lo consiguió. Participó en 22 encuentros, fue titular en 16 ocasiones y marcó un gol, pero en febrero sufrió una lesión de larga duración que le tuvo en el dique seco todo lo que restaba de campeonato.
Ismael volvió más fuerte tras la lesión y en la campaña 98-99 consiguió convertirse en uno de los pilares del equipo santanderino. Jugó 39 encuentros, 37 de ellos desde el inicio, y marcó cuatro goles, su mejor registro en el Racing de Santander. Ese curso consiguió además dar un salto más como internacional y se estrenó con la selección sub 21.
No tuvo tanta suerte durante la temporada 99-00 en el Racing y únicamente disputó una veintena de encuentros, pero le bastó para ganarse un sitio en la sub 21 durante el Europeo, en el que España ganó el bronce y el billete a los Juegos Olímpicos. En septiembre volvió a recibir un nuevo premio en forma de convocatoria para el torneo de Sídney 2000.
Para Iñaki Sáez, Ismael Ruiz había sido un jugador habitual, aunque con la irrupción de Xavi y Albelda en el centro del campo se vio relegado al banquillo. Durante los Juegos de Sídney, Ismael tuvo un papel secundario, que se vio reducido a jugar doce minutos entre los choques contra Corea del Sur y Marruecos. Como a todos sus compañeros, la plata le subo a poco, pero representó el logro más importante de su carrera.
De vuelta en Santander le tocó vivir una temporada dura. En el plano individual no le fue mal, a pesar de regresar con la temporada ya empezada. Participó en 23 encuentros y fue titular en 17 ocasiones. Pero en el aspecto colectivo el curso tuvo como desenlace el descenso a Segunda División. Ismael era considerado entonces un gran valor y buscó alguna salida que le permitiera seguir en Primera. Uno de los equipos interesados fue el Tenerife, pero finalmente permaneció en Santander y fue una de las columnas sobre las que se asentó el proyecto para retornar a la élite.
Ismael volvió a ser un titular fijo en las alineaciones racinguistas, sobre todo en la primera mitad de la temporada 01-02, aunque en las últimas jornadas volvió a ser un revulsivo. En total acumuló 32 encuentros jugados, 25 como titular, y logró dos tantos que colaboraron a devolver a Racing a Primera División. El mediocentro montañés jugó una última campaña en el club verdiblanco y curiosamente se dio la situación de años anteriores. Comenzó la liga en las alineaciones iniciales pero, a partir de diciembre, perdió la condición de titular.
Los partidos que jugó en su último año con el Racing le permitieron entrar en la selecta lista de jugadores verdiblancos que acumulan más de cien partidos con el club en Primera. Ismael ocupa la decimoséptima posición, con 129 encuentros. Su balance total en el combinado racinguista es de 174 partidos y 10 goles.
De Santander se marchó a Barcelona para jugar en el Terrassa de Segunda División. Ismael llegaba al equipo catalán como un fichaje estrella y fue un jugador básico durante la primera campaña con Lillo en el banquillo, en la que jugó 33 encuentros y anotó dos goles. Sin embargo, en la temporada 04-05 no jugó ningún partido, al principio por culpa de una lesión, luego por decisión técnica. En el verano de 2005 se marchó cedido al Real Oviedo de Segunda B, donde participó en 24 partidos, todos como titular.
Regresó al Terrassa en la temporada 06-07, dispuesto a emplear su último año de contrato de la mejor forma, pero no jugó. Vista su situación a comienzos del curso buscó la manera de salir del club y buscarse un nuevo destino, de hecho la Cultural Leonesa estaba muy interesada en su contratación, pero no fue posible. Acabó sus días como futbolista en el Benidorm, al que llegó en la temporada 07-08 y con el que jugó diecisiete partidos.