Gabri, futbolista y trotamundos
Gabriel García de la Torre nació en Sallent de Llobregat (Barcelona) el 10 de febrero de 1979. Era un futbolista de banda derecha, tanto interior como lateral, que triunfó en el Barcelona a base de trabajo en una etapa donde llegar al primer equipo culé era sumamente complicado a no ser que tuvieras unas dotes estratosféricas. Fue el único club español en el que militó, después emprendió la aventura en el fútbol extranjero.
Llegó a ser internacional absoluto, pero sus mejores éxitos llegaron en las categorías inferiores de la selección, entre ellos una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Ángel Iturriaga, en su Diccionario de jugadores de la Selección española de fútbol, describe a Gabri como un "polivalente futbolista de la cantera azulgrana que se caracteriza por su capacidad de trabajo y facilidad para robar balones".
Gabri se formó como futbolista en la gran cantera del Fútbol Club Barcelona, a la que llegó en edad juvenil tras destacar en las categorías inferiores del Sabadell. Lo que hacía a Gabri especial era sus condiciones físicas y el trabajo que desplegaba sobre el césped, por lo que no tardó en alcanzar el segundo equipo azulgrana.
Con 18 años ya era un futbolista fundamental en el Barcelona B de Segunda División B. Durante la temporada 97-98 lograron el ascenso a la división de plata gracias a una prometedora generación de talentos, entre los que se encontraban Carles Puyol y Xavi Hernández. Aquella hornada de jugadores apuntaba alto, aunque sólo unos pocos privilegiados acabarían asentándose en el primer equipo culé.
Gabri se estrenó en Segunda con el filial azulgrana el 12 de septiembre de 1998 ante el Rayo Vallecano. Sólo fue suplente en dos ocasiones durante esa campaña 98-99 y acabó el año con 32 partidos disputados y 6 goles. Sus cualidades llamaron la atención de Iñaki Sáez, entrenador en las categorías inferiores de la selección española, que en abril de 1999 le convocó para el Mundial sub 20 de Nigeria. Gabri fue titular en todos los encuentros del campeonato y anotó tres goles, uno de ellos en la final contra Japón. Aquella Copa del Mundo sub 20 fue el primer éxito de Gabri como internacional.
La temporada 99-00 fue una de las más especiales para el futbolista catalán, que por entonces se movía entre la posición de mediapunta y la de extremo o interior derecho. Nada más arrancar el curso, Louis Van Gaal le dio la oportunidad de jugar sus primeros minutos con el Barcelona en la Supercopa de España y el 22 de agosto debutó en Primera División ante el Zaragoza. Durante todo el año vivió a medio caballo entre el filial y la primera plantilla, aunque acabó la temporada arriba. Jugó todas las competiciones con el Barça, incluida la Champions League, y sumó 32 apariciones y seis tantos en el primer equipo, cuatro de ellos en la Liga de Campeones.
Ese año no dejó el balón un sólo instante. En junio consiguió la medalla de bronce en el Europeo sub 21 y en septiembre, la de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney. Gabri fue uno de los artífices del triunfo plateado español desde su papel como revulsivo. Fue titular los dos primeros encuentros ante Corea y Chile y dio una asistencia; contra Marruecos saltó al campo en el minuto 65 y logró el 2-0 en el último minuto; fue el héroe de los cuartos de final ante Italia con su gol en el 86, de nuevo saliendo desde el banquillo y jugó los últimos 15 minutos ante Estados Unidos.
En la final contra Camerún saltó al césped en el minuto 27 tras la lesión de Velamazán. Antes del descanso logró su tercer gol, que supuso el 2-0, pero en la segunda parte acabó expulsado con roja directa. La plata le supo a muy poco y ni siquiera el hecho de ser el máximo goleador del equipo español- junto a José Mari- no fue ningún consuelo. Sin embargo, con el tiempo todos se dieron cuenta de que tener una medalla olímpica en el palmarés era algo histórico.
Tras la experiencia olímpica quedó definitivamente integrado en la primera plantilla del Barcelona. Las tres primeras temporadas tuvo una participación constante y ocupó diferentes posiciones, mas ningún entrenador llegó a convertirle en un indiscutible de sus alineaciones. Pero el año 2004 había sido importante para Gabri, recuperó las buenas sensaciones con el combinado azulgrana y volvió a jugar en la selección, incluso acudió a la Eurocopa de Portugal, aunque no pudo debutar.
En la temporada 04-05, Frank Rijkaard contó con él desde el inicio y fue titular en las jornadas 2 y 4. Pero ese segundo partido, ante el Zaragoza, borró de golpe y plumazo las ilusiones del futbolista. A los diez minutos de partido, la rodilla derecha de Gabri se quedó clavada en el suelo y, al girar, se produjo la rotura completa del ligamento cruzado y del ligamento lateral interno. Era la lesión más seria que había sufrido Gabri hasta el momento y le tuvo alejado de los terrenos de juego ocho meses. Ya no volvió a ser el mismo y perdió las pocas oportunidades que tenía de afianzarse en el once culé.
Durante el curso 05-06 tuvo un papel muy secundario y únicamente jugó ocho partidos como titular. Aún así fue partícipe del fin de la sequía de títulos azulgrana. Ya en el 2005 habían logrado la Liga y ese curso añadieron la Supercopa de España, otra Liga y la Champions League. Pero la estancia de Gabri en el combinado barcelonista había tocado a su fin.
Dejó atrás casi toda una vida como culé, siete temporadas en el primer equipo, cerca de 200 partidos, 12 goles y cuatro títulos. Cambió Barcelona por Ámsterdam y se incorporó al Ajax, en el que estuvo cuatro temporadas. Los dos primeros cursos tuvo una participación frecuente y fue un jugador importante para el combinado holandés, hasta que sufrió una lesión en el tobillo que le restó protagonismo. Con el Ajax ganó dos Copas de los Países Bajos y una Supercopa.
De la Eredivise- Primera División neerlandesa- se marchó a la exótica liga de Qatar para jugar en el Umm-Salal. Estuvo allí durante el curso 2010-11 y después regresó a Europa y se marchó a la liga suiza. Ha jugado en el FC Sion (11-12) y en el Lausanne Sport (12-14), equipo en el que colgó las botas. En la actualidad es entrenador y esta última temporada 2014-15 ha trabajado como ayudante en el cuerpo técnico del Barcelona B, primero con Eusebio y más tarde con Jordi Vinyals como primer entrenador.
Con la selección española
A pesar de los éxitos en las categorías inferiores de la Roja, Gabri tuvo una presencia muy reducida en la selección absoluta. Jugó su primer encuentro el 30 de abril de 2003, un amistoso contra Ecuador, y luego tuvo que esperar un año entero para volver a enfundarse la camiseta española. Jugó dos partidos más como internacional absoluto, ante Dinamarca y Andorra (todos amistosos), en 2004. Formó parte de la convocatoria para disputar la Eurocopa de Portugal, pero no llegó a estrenarse en competición oficial.
Para saber más: Entrevista de Mundo Deportivo a Gabri tras su despedida del Barcelona.
Llegó a ser internacional absoluto, pero sus mejores éxitos llegaron en las categorías inferiores de la selección, entre ellos una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Ángel Iturriaga, en su Diccionario de jugadores de la Selección española de fútbol, describe a Gabri como un "polivalente futbolista de la cantera azulgrana que se caracteriza por su capacidad de trabajo y facilidad para robar balones".
Gabri se formó como futbolista en la gran cantera del Fútbol Club Barcelona, a la que llegó en edad juvenil tras destacar en las categorías inferiores del Sabadell. Lo que hacía a Gabri especial era sus condiciones físicas y el trabajo que desplegaba sobre el césped, por lo que no tardó en alcanzar el segundo equipo azulgrana.
Con 18 años ya era un futbolista fundamental en el Barcelona B de Segunda División B. Durante la temporada 97-98 lograron el ascenso a la división de plata gracias a una prometedora generación de talentos, entre los que se encontraban Carles Puyol y Xavi Hernández. Aquella hornada de jugadores apuntaba alto, aunque sólo unos pocos privilegiados acabarían asentándose en el primer equipo culé.
Gabri se estrenó en Segunda con el filial azulgrana el 12 de septiembre de 1998 ante el Rayo Vallecano. Sólo fue suplente en dos ocasiones durante esa campaña 98-99 y acabó el año con 32 partidos disputados y 6 goles. Sus cualidades llamaron la atención de Iñaki Sáez, entrenador en las categorías inferiores de la selección española, que en abril de 1999 le convocó para el Mundial sub 20 de Nigeria. Gabri fue titular en todos los encuentros del campeonato y anotó tres goles, uno de ellos en la final contra Japón. Aquella Copa del Mundo sub 20 fue el primer éxito de Gabri como internacional.
La temporada 99-00 fue una de las más especiales para el futbolista catalán, que por entonces se movía entre la posición de mediapunta y la de extremo o interior derecho. Nada más arrancar el curso, Louis Van Gaal le dio la oportunidad de jugar sus primeros minutos con el Barcelona en la Supercopa de España y el 22 de agosto debutó en Primera División ante el Zaragoza. Durante todo el año vivió a medio caballo entre el filial y la primera plantilla, aunque acabó la temporada arriba. Jugó todas las competiciones con el Barça, incluida la Champions League, y sumó 32 apariciones y seis tantos en el primer equipo, cuatro de ellos en la Liga de Campeones.
Ese año no dejó el balón un sólo instante. En junio consiguió la medalla de bronce en el Europeo sub 21 y en septiembre, la de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney. Gabri fue uno de los artífices del triunfo plateado español desde su papel como revulsivo. Fue titular los dos primeros encuentros ante Corea y Chile y dio una asistencia; contra Marruecos saltó al campo en el minuto 65 y logró el 2-0 en el último minuto; fue el héroe de los cuartos de final ante Italia con su gol en el 86, de nuevo saliendo desde el banquillo y jugó los últimos 15 minutos ante Estados Unidos.
En la final contra Camerún saltó al césped en el minuto 27 tras la lesión de Velamazán. Antes del descanso logró su tercer gol, que supuso el 2-0, pero en la segunda parte acabó expulsado con roja directa. La plata le supo a muy poco y ni siquiera el hecho de ser el máximo goleador del equipo español- junto a José Mari- no fue ningún consuelo. Sin embargo, con el tiempo todos se dieron cuenta de que tener una medalla olímpica en el palmarés era algo histórico.
Tras la experiencia olímpica quedó definitivamente integrado en la primera plantilla del Barcelona. Las tres primeras temporadas tuvo una participación constante y ocupó diferentes posiciones, mas ningún entrenador llegó a convertirle en un indiscutible de sus alineaciones. Pero el año 2004 había sido importante para Gabri, recuperó las buenas sensaciones con el combinado azulgrana y volvió a jugar en la selección, incluso acudió a la Eurocopa de Portugal, aunque no pudo debutar.
En la temporada 04-05, Frank Rijkaard contó con él desde el inicio y fue titular en las jornadas 2 y 4. Pero ese segundo partido, ante el Zaragoza, borró de golpe y plumazo las ilusiones del futbolista. A los diez minutos de partido, la rodilla derecha de Gabri se quedó clavada en el suelo y, al girar, se produjo la rotura completa del ligamento cruzado y del ligamento lateral interno. Era la lesión más seria que había sufrido Gabri hasta el momento y le tuvo alejado de los terrenos de juego ocho meses. Ya no volvió a ser el mismo y perdió las pocas oportunidades que tenía de afianzarse en el once culé.
Durante el curso 05-06 tuvo un papel muy secundario y únicamente jugó ocho partidos como titular. Aún así fue partícipe del fin de la sequía de títulos azulgrana. Ya en el 2005 habían logrado la Liga y ese curso añadieron la Supercopa de España, otra Liga y la Champions League. Pero la estancia de Gabri en el combinado barcelonista había tocado a su fin.
Dejó atrás casi toda una vida como culé, siete temporadas en el primer equipo, cerca de 200 partidos, 12 goles y cuatro títulos. Cambió Barcelona por Ámsterdam y se incorporó al Ajax, en el que estuvo cuatro temporadas. Los dos primeros cursos tuvo una participación frecuente y fue un jugador importante para el combinado holandés, hasta que sufrió una lesión en el tobillo que le restó protagonismo. Con el Ajax ganó dos Copas de los Países Bajos y una Supercopa.
De la Eredivise- Primera División neerlandesa- se marchó a la exótica liga de Qatar para jugar en el Umm-Salal. Estuvo allí durante el curso 2010-11 y después regresó a Europa y se marchó a la liga suiza. Ha jugado en el FC Sion (11-12) y en el Lausanne Sport (12-14), equipo en el que colgó las botas. En la actualidad es entrenador y esta última temporada 2014-15 ha trabajado como ayudante en el cuerpo técnico del Barcelona B, primero con Eusebio y más tarde con Jordi Vinyals como primer entrenador.
Con la selección española
A pesar de los éxitos en las categorías inferiores de la Roja, Gabri tuvo una presencia muy reducida en la selección absoluta. Jugó su primer encuentro el 30 de abril de 2003, un amistoso contra Ecuador, y luego tuvo que esperar un año entero para volver a enfundarse la camiseta española. Jugó dos partidos más como internacional absoluto, ante Dinamarca y Andorra (todos amistosos), en 2004. Formó parte de la convocatoria para disputar la Eurocopa de Portugal, pero no llegó a estrenarse en competición oficial.
Para saber más: Entrevista de Mundo Deportivo a Gabri tras su despedida del Barcelona.