Vicente Miera, el renovador del fútbol
Vicente Miera Campos nació en Nueva Montaña (Cantabria) el 10 de mayo de 1940. Ha dedicado gran parte de su vida al mundo del fútbol, primero como futbolista y luego como entrenador y trabajó para que este deporte avanzara hacia lo que es hoy en día. En los años 70 puso de moda la pretemporada en una época en la que no era habitual que los jugadores llegaran a entrenar un mes antes de que empezara la liga e introdujo la figura del psicólogo y la del readaptador en el cuerpo técnico. Sin embargo, su trabajo quedó muchas veces en la sombra. En 1991 fue elegido seleccionador nacional- a pesar de que Villar quería a Clemente- y tras no conseguir la clasificación para la Eurocopa de 1992, fue relevado del cargo. Permaneció al frente de la selección olímpica y logró lo que pocos creían: la medalla de oro olímpica.
Vicente Miera fue un sólido defensa de la década de los 60. Comenzó su carrera futbolística en el club de su localidad natal, el Nueva Montaña, y más tarde en el Rayo Cantabria, filial por aquel entonces del Racing de Santander. En la temporada 59-60 debutó con el primer equipo santanderino y con él logró el ascenso a Primera División. Un año después estaba jugando en la élite del fútbol español.
Miera se incorporó entonces al Real Madrid, donde pasó la mayor parte de su carrera y vivió sus mejores momentos como futbolista. Estuvo ocho temporadas en el equipo blanco, donde compartió partidos y experiencias con grandes mitos del fútbol español: Gento, Di Stéfano, Puskas, Marquitos o Sanchís. En ese espacio de tiempo conquistó 7 Ligas, una Copa del Generalísimo y la sexta Copa de Europa del Real Madrid. Además, siendo jugador del Real Madrid logró el debut con la selección española absoluta, aunque sólo fue internacional en una ocasión.
Finalizó su carrera futbolística en el Sporting de Gijón y en su primera temporada como rojiblanco ayudó a que el club retornara a Primera División. Al término del curso 70-71, con 30 años, decidió colgar las botas y cambió las botas de fútbol por la pizarra.
Vicente Miera fue un sólido defensa de la década de los 60. Comenzó su carrera futbolística en el club de su localidad natal, el Nueva Montaña, y más tarde en el Rayo Cantabria, filial por aquel entonces del Racing de Santander. En la temporada 59-60 debutó con el primer equipo santanderino y con él logró el ascenso a Primera División. Un año después estaba jugando en la élite del fútbol español.
Miera se incorporó entonces al Real Madrid, donde pasó la mayor parte de su carrera y vivió sus mejores momentos como futbolista. Estuvo ocho temporadas en el equipo blanco, donde compartió partidos y experiencias con grandes mitos del fútbol español: Gento, Di Stéfano, Puskas, Marquitos o Sanchís. En ese espacio de tiempo conquistó 7 Ligas, una Copa del Generalísimo y la sexta Copa de Europa del Real Madrid. Además, siendo jugador del Real Madrid logró el debut con la selección española absoluta, aunque sólo fue internacional en una ocasión.
Finalizó su carrera futbolística en el Sporting de Gijón y en su primera temporada como rojiblanco ayudó a que el club retornara a Primera División. Al término del curso 70-71, con 30 años, decidió colgar las botas y cambió las botas de fútbol por la pizarra.
En los banquillos
El Langreo fue el primer equipo al que dirigió Vicente Miera, aunque antes ya había vivido su primera experiencia como entrenador al frente de la selección cántabra. Fue en el equipo asturiano donde comenzó a introducir el concepto de la pretemporada.
En 1974 se incorporó al Real Oviedo, con el que logró el ascenso a Primera División, aunque un año más tarde el equipo volvió a la categoría de plata. En la temporada 76-77 se marchó al último equipo que le había visto jugar al fútbol, el Sporting de Gijón. Miera repitió ascenso a la división de oro en su primer año en el banquillo gijonés y no sólo logró mantener al equipo en Primera a la siguiente campaña, lo clasificó para la Copa de la UEFA, la primera participación europea en la historia del Sporting. En el curso 78-79, el equipo gijonés debutó en la UEFA con Vicente Miera en el banquillo y alcanzó los dieciseisavos de final.
Al año siguiente se marchó al Espanyol para sustituir a José Antonio Irulegui al frente del equipo periquito y consiguió la permanencia en Primera División. Regresó a Gijón en 1980 y desbarató el dicho "segundas partes nunca fueron buenas", puesto que volvió a clasificar al equipo rojiblanco para la Copa de la UEFA. Pero en la temporada 81-82 fue destituido tras 26 jornadas y reemplazado por José Manuel Díaz Novoa.
Vicente Miera se incorporó entonces a la selección española de fútbol, en calidad de colaborador de Miguel Muñoz. Aún le quedaba una larga etapa antes de ponerse al frente del combinado nacional. Durante ese tiempo pasó por los banquillos del Atlético de Madrid (86-87), Real Oviedo (87-89 y un nuevo ascenso a Primera) y Tenerife (89-90).
En 1991, Vicente Miera fue escogido seleccionador español tras la destitución de Luis Suárez, por delante de Javier Clemente. El técnico cántabro sólo estuvo un año en el banquillo nacional, pero permaneció como entrenador de la selección olímpica para los Juegos de Barcelona 92. No sólo consiguió construir un bloque sólido y fuerte para afrontar la ambiciosa meta de lograr una medalla, además supo sacar lo mejor de cada uno de los jugadores que tuvo a su cargo y les llevó hacia la medalla de oro.
Los últimos años de su carrera como entrenador los pasó en el Racing de Santander (94-96), el Espanyol (96-97) y el Sevilla (97-98), el último equipo que le vio entrenar.
El Langreo fue el primer equipo al que dirigió Vicente Miera, aunque antes ya había vivido su primera experiencia como entrenador al frente de la selección cántabra. Fue en el equipo asturiano donde comenzó a introducir el concepto de la pretemporada.
En 1974 se incorporó al Real Oviedo, con el que logró el ascenso a Primera División, aunque un año más tarde el equipo volvió a la categoría de plata. En la temporada 76-77 se marchó al último equipo que le había visto jugar al fútbol, el Sporting de Gijón. Miera repitió ascenso a la división de oro en su primer año en el banquillo gijonés y no sólo logró mantener al equipo en Primera a la siguiente campaña, lo clasificó para la Copa de la UEFA, la primera participación europea en la historia del Sporting. En el curso 78-79, el equipo gijonés debutó en la UEFA con Vicente Miera en el banquillo y alcanzó los dieciseisavos de final.
Al año siguiente se marchó al Espanyol para sustituir a José Antonio Irulegui al frente del equipo periquito y consiguió la permanencia en Primera División. Regresó a Gijón en 1980 y desbarató el dicho "segundas partes nunca fueron buenas", puesto que volvió a clasificar al equipo rojiblanco para la Copa de la UEFA. Pero en la temporada 81-82 fue destituido tras 26 jornadas y reemplazado por José Manuel Díaz Novoa.
Vicente Miera se incorporó entonces a la selección española de fútbol, en calidad de colaborador de Miguel Muñoz. Aún le quedaba una larga etapa antes de ponerse al frente del combinado nacional. Durante ese tiempo pasó por los banquillos del Atlético de Madrid (86-87), Real Oviedo (87-89 y un nuevo ascenso a Primera) y Tenerife (89-90).
En 1991, Vicente Miera fue escogido seleccionador español tras la destitución de Luis Suárez, por delante de Javier Clemente. El técnico cántabro sólo estuvo un año en el banquillo nacional, pero permaneció como entrenador de la selección olímpica para los Juegos de Barcelona 92. No sólo consiguió construir un bloque sólido y fuerte para afrontar la ambiciosa meta de lograr una medalla, además supo sacar lo mejor de cada uno de los jugadores que tuvo a su cargo y les llevó hacia la medalla de oro.
Los últimos años de su carrera como entrenador los pasó en el Racing de Santander (94-96), el Espanyol (96-97) y el Sevilla (97-98), el último equipo que le vio entrenar.