Silverio, internacional en las dos áreas
Marcelino Silverio Izaguirre Sorzabalbere, Silverio para todos, nació en San Sebastián el 31 de agosto de 1897. Jugaba como extremo izquierdo y pasó la mayor parte de su carrera en San Sebastián. Aunque si por algo se hizo famoso Silverio fue por jugar en un mismo partido como delantero y portero.
Silverio se inició como futbolista en el Esperanza, en el que permaneció hasta finales de 1919. Los periódicos le consideraban la revelación del Campeonato Guipuzcoano y la Real Sociedad decidió incorporarle en 1920. Jugó su primer partido con el equipo txuri-urdin el 8 de marzo, contra una selección de la Universidad de Deusto. Con la Real Sociedad jugó las temporadas 1920-21 y 1922-23.
Durante la temporada 1921-22 se supone que perteneció al Club Deportivo Oviedo- uno de los clubes que daría origen al Real Oviedo-, aunque el diario Madrid Sport reseñaba, a comienzos de la citada temporada, que se había marchado a Málaga.
En 1920 formó parte de la expedición española que viajó a los Juegos Olímpicos de Amberes. Sólo jugó un partido, ante Italia, pero su participación fue casi crucial para los intereses españoles. Avanzado el segundo tiempo del partido y con España ganando ya 2-0, Zamora fue expulsado tras un encontronazo con un jugador italiano.
No hizo falta esperar mucho para saber quién le sustituiría, ya que el decidido Silverio se fue directo a la portería. En los casi veinte minutos que restaban para el término del encuentro, Silverio se encargó de dejar su portería igual de inmaculada que la había dejado Zamora. Aquel fue el primer y último partido con la selección española de Silverio, pero le sirvió para añadir una medalla de plata a su palmarés.
En 1924, tras pasar un año en el Andoáin FC, colgó las botas y se trasladó a la localidad guipuzcoana de Azpeitia. Allí falleció de forma repentina el 19 de noviembre de 1935, con sólo 38 años. Ángel Iturriaga define a Silverio Izaguirre como un futbolista con gran "determinación y entusiasmo en el juego. Destacaba por su podería físico y fue un digno exponente de la furia española".
Silverio se inició como futbolista en el Esperanza, en el que permaneció hasta finales de 1919. Los periódicos le consideraban la revelación del Campeonato Guipuzcoano y la Real Sociedad decidió incorporarle en 1920. Jugó su primer partido con el equipo txuri-urdin el 8 de marzo, contra una selección de la Universidad de Deusto. Con la Real Sociedad jugó las temporadas 1920-21 y 1922-23.
Durante la temporada 1921-22 se supone que perteneció al Club Deportivo Oviedo- uno de los clubes que daría origen al Real Oviedo-, aunque el diario Madrid Sport reseñaba, a comienzos de la citada temporada, que se había marchado a Málaga.
En 1920 formó parte de la expedición española que viajó a los Juegos Olímpicos de Amberes. Sólo jugó un partido, ante Italia, pero su participación fue casi crucial para los intereses españoles. Avanzado el segundo tiempo del partido y con España ganando ya 2-0, Zamora fue expulsado tras un encontronazo con un jugador italiano.
No hizo falta esperar mucho para saber quién le sustituiría, ya que el decidido Silverio se fue directo a la portería. En los casi veinte minutos que restaban para el término del encuentro, Silverio se encargó de dejar su portería igual de inmaculada que la había dejado Zamora. Aquel fue el primer y último partido con la selección española de Silverio, pero le sirvió para añadir una medalla de plata a su palmarés.
En 1924, tras pasar un año en el Andoáin FC, colgó las botas y se trasladó a la localidad guipuzcoana de Azpeitia. Allí falleció de forma repentina el 19 de noviembre de 1935, con sólo 38 años. Ángel Iturriaga define a Silverio Izaguirre como un futbolista con gran "determinación y entusiasmo en el juego. Destacaba por su podería físico y fue un digno exponente de la furia española".