Lacruz, la perla del Sadar
José María Lacruz Gómez, popularmente conocido como Mari Lacruz, nació en Pamplona el 25 de abril de 1978. Jugaba como defensa, tanto en el puesto de lateral derecho como en el de central, y fue uno de los grandes talentos salidos de la cantera de Osasuna. Debutó en Primera División con 17 años y un año después ya era miembro de la primera plantilla de Osasuna. También vistió los colores de Athletic, Espanyol y Real Unión de Irún y fue uno de los héroes de la plata de Sídney 2000.
"Lacruz es un defensa bueno en el juego aéreo, rápido, serio, muy profesional y competitivo, y que al final se convierte en ese tipo de futbolista que se hace importante en un club por su rendimiento, sin marcar muchos picos de grandes partidos o hacia abajo de malos partidos", dijo de él Paco Herrera en 2006, cuando el Espanyol se hizo con sus servicios.
Mari Lacruz se formó como futbolista en la cantera de Osasuna y fue quemando etapas a una velocidad inusual. En la temporada 94-95, con 16 años, ya era un jugador fijo en el Bilbao Athletic, que militaba en Segunda División B. Tal era su potencial que ese mismo curso debutó con el primer equipo en Segunda División. El 10 de junio de 2005, con los 17 recién cumplidos, salió de inicio en el equipo rojillo ante el Barça B. Una semana después repitió como titular en la última jornada liguera frente al Atlético Marbella.
Empezó la campaña 95-96 con el filial rojiblanco, pero no tardó en regresar al primer equipo y lo hizo para quedarse. Mari Lacruz disputó 22 encuentros con Osasuna y fue titular en 16 ocasiones. En enero de 1995, ante el Barcelona B, precisamente el equipo que le había visto debutar, logró su primer tanto en Segunda División. A partir de la temporada 96-97 quedó definitivamente incorporado al primer equipo rojillo y jugó 27 encuentros.
Las grandes cualidades de Lacruz no pasaron desapercibidas y en la temporada 97-98 el Athletic de Bilbao se hizo con sus servicios. Con 19 años debutó en Primera División de la mano de Luis Fernández, técnico rojiblanco. Fue el 13 de septiembre ante el Atlético de Madrid en San Mamés. En su primer año como león jugó 17 encuentros y fue titular en siete ocasiones.
Poco a poco sus estadísticas con el Athletic de Bilbao se fueron incrementado hasta convertirse en una pieza básica del combinado bilbaíno y su buen hacer en los campos de Primera repercutió a nivel de selección. Siendo jugador de Osasuna ya había participado con el combinado español sub 20 y en 1998 se estrenó con España sub 21. Participó en el Europeo sub 21 en el año 2000 e Iñaki Sáez le incluyó en la convocatoria para disputar los Juegos Olímpicos de Sídney.
En el torneo olímpico fue el dueño del lateral derecho español y sólo se perdió el tercer partido de la fase de grupos por sanción. En el segundo encuentro, contra Chile, marcó su primer y único gol olímpico, aunque no sirvió para puntuar. La medalla de plata de Sídney 2000 fue el mayor título de su carrera deportiva.
Tras los Juegos, Mari Lacruz se revalorizó dentro del Athletic de Bilbao y fue ganando más protagonismo; sólo las lesiones y sanciones le apartaron del equipo titular bilbaíno. Hasta que, en la temporada 2005-06 llegó Javier Clemente al banquillo de los leones. En un primer momento Lacruz no se vio afectado por la incorporación del nuevo técnico, de hecho terminó la temporada con 34 partidos jugados, 28 de ellos como titular, y tres goles. Pero ese verano Clemento decidió colocar al jugador navarro en la lista de transferibles.
Varios equipos se intersaron por la situación de Lacruz, la regularidad y su polivalencia eran cualidades muy codiciadas. Pero fue el Espanyol quien consiguió fichar al defensa pamplonica. Dejó el Athletic de Bilbao tras nueve temporadas como león, 251 partidos jugados, 12 goles y su primera participación en la Champions League. Unas cifras que no se repetirían en el club perico.
La participación de Lacruz fue de más a menos en el Espanyol. En la temporada 2006-07 disputó 35 partidos, entre Liga, Copa, UEFA y Supercopa, y anotó dos goles. Inició el curso 07-08 con una participación discontínua y, cuando por fin había logrado regularidad en el once titular, sufrió una lesión en el ligamento lateral externo de la rodilla derecha y tuvo que pasar por el quirófano. Volvió a vestirse de corto en mayo y fue titular en las dos últimas jornadas.
Tampoco le fue bien la temporada 08-09; volvió a empezar la campaña con dudas y entradas y salidas de las alineaciones. Entre agosto y enero jugó 13 partidos, ocho como titular. Pero con la llegada de Mauricio Pochettino al banquillo perico pasó a tener un papel secundario en el Espanyol. Así las cosas, en el verano de 2009 decidió iniciar una nueva etapa lejos de Barcelona.
Tuvo que pasar media temporada en blanco hasta que el Real Unión de Irún, que militaba en Segunda División, fichó a Mari Lacruz en el mercado de invierno. El defensa navarro se hizo rápidamente un hueco en la zaga realista y disputó 20 encuentros, todos ellos como titular, aunque no pudo evitar el descenso a Segunda B. En lugar de buscar otro equipo, apostó por continuar en el conjunto irundarra. Permaneció dos campaña más en Irún, en las que sumó sólo 37 partidos, por lo que al término del curso 2011-12 decidió colgar las botas.
Del terreno de juego se pasó a los banquillos. En la temporada 2012-13 debutó como segundo entrenador en el equipo infantil de Osasuna.
"Lacruz es un defensa bueno en el juego aéreo, rápido, serio, muy profesional y competitivo, y que al final se convierte en ese tipo de futbolista que se hace importante en un club por su rendimiento, sin marcar muchos picos de grandes partidos o hacia abajo de malos partidos", dijo de él Paco Herrera en 2006, cuando el Espanyol se hizo con sus servicios.
Mari Lacruz se formó como futbolista en la cantera de Osasuna y fue quemando etapas a una velocidad inusual. En la temporada 94-95, con 16 años, ya era un jugador fijo en el Bilbao Athletic, que militaba en Segunda División B. Tal era su potencial que ese mismo curso debutó con el primer equipo en Segunda División. El 10 de junio de 2005, con los 17 recién cumplidos, salió de inicio en el equipo rojillo ante el Barça B. Una semana después repitió como titular en la última jornada liguera frente al Atlético Marbella.
Empezó la campaña 95-96 con el filial rojiblanco, pero no tardó en regresar al primer equipo y lo hizo para quedarse. Mari Lacruz disputó 22 encuentros con Osasuna y fue titular en 16 ocasiones. En enero de 1995, ante el Barcelona B, precisamente el equipo que le había visto debutar, logró su primer tanto en Segunda División. A partir de la temporada 96-97 quedó definitivamente incorporado al primer equipo rojillo y jugó 27 encuentros.
Las grandes cualidades de Lacruz no pasaron desapercibidas y en la temporada 97-98 el Athletic de Bilbao se hizo con sus servicios. Con 19 años debutó en Primera División de la mano de Luis Fernández, técnico rojiblanco. Fue el 13 de septiembre ante el Atlético de Madrid en San Mamés. En su primer año como león jugó 17 encuentros y fue titular en siete ocasiones.
Poco a poco sus estadísticas con el Athletic de Bilbao se fueron incrementado hasta convertirse en una pieza básica del combinado bilbaíno y su buen hacer en los campos de Primera repercutió a nivel de selección. Siendo jugador de Osasuna ya había participado con el combinado español sub 20 y en 1998 se estrenó con España sub 21. Participó en el Europeo sub 21 en el año 2000 e Iñaki Sáez le incluyó en la convocatoria para disputar los Juegos Olímpicos de Sídney.
En el torneo olímpico fue el dueño del lateral derecho español y sólo se perdió el tercer partido de la fase de grupos por sanción. En el segundo encuentro, contra Chile, marcó su primer y único gol olímpico, aunque no sirvió para puntuar. La medalla de plata de Sídney 2000 fue el mayor título de su carrera deportiva.
Tras los Juegos, Mari Lacruz se revalorizó dentro del Athletic de Bilbao y fue ganando más protagonismo; sólo las lesiones y sanciones le apartaron del equipo titular bilbaíno. Hasta que, en la temporada 2005-06 llegó Javier Clemente al banquillo de los leones. En un primer momento Lacruz no se vio afectado por la incorporación del nuevo técnico, de hecho terminó la temporada con 34 partidos jugados, 28 de ellos como titular, y tres goles. Pero ese verano Clemento decidió colocar al jugador navarro en la lista de transferibles.
Varios equipos se intersaron por la situación de Lacruz, la regularidad y su polivalencia eran cualidades muy codiciadas. Pero fue el Espanyol quien consiguió fichar al defensa pamplonica. Dejó el Athletic de Bilbao tras nueve temporadas como león, 251 partidos jugados, 12 goles y su primera participación en la Champions League. Unas cifras que no se repetirían en el club perico.
La participación de Lacruz fue de más a menos en el Espanyol. En la temporada 2006-07 disputó 35 partidos, entre Liga, Copa, UEFA y Supercopa, y anotó dos goles. Inició el curso 07-08 con una participación discontínua y, cuando por fin había logrado regularidad en el once titular, sufrió una lesión en el ligamento lateral externo de la rodilla derecha y tuvo que pasar por el quirófano. Volvió a vestirse de corto en mayo y fue titular en las dos últimas jornadas.
Tampoco le fue bien la temporada 08-09; volvió a empezar la campaña con dudas y entradas y salidas de las alineaciones. Entre agosto y enero jugó 13 partidos, ocho como titular. Pero con la llegada de Mauricio Pochettino al banquillo perico pasó a tener un papel secundario en el Espanyol. Así las cosas, en el verano de 2009 decidió iniciar una nueva etapa lejos de Barcelona.
Tuvo que pasar media temporada en blanco hasta que el Real Unión de Irún, que militaba en Segunda División, fichó a Mari Lacruz en el mercado de invierno. El defensa navarro se hizo rápidamente un hueco en la zaga realista y disputó 20 encuentros, todos ellos como titular, aunque no pudo evitar el descenso a Segunda B. En lugar de buscar otro equipo, apostó por continuar en el conjunto irundarra. Permaneció dos campaña más en Irún, en las que sumó sólo 37 partidos, por lo que al término del curso 2011-12 decidió colgar las botas.
Del terreno de juego se pasó a los banquillos. En la temporada 2012-13 debutó como segundo entrenador en el equipo infantil de Osasuna.