Cañizares, la leyenda del Dragón
José Santiago Cañizares Ruíz, para todos Santi Cañizares o Cañete, nació en Madrid el 18 de diciembre de 1969. Considerado uno de los mejores guardametas de Europa a comienzos del siglo XXI, Cañizares vivió desde el banquillo la medalla de oro que la selección española conquistó en los Juegos de Barcelona 92. Su potencial estaba aún por explotar.
Cañizares comenzó a pegarle patadas al balón desde muy pequeño y con dieciséis años ingresó en la cantera del Real Madrid. En el Castilla se estableció definitivamente como guardameta y debutó en Segunda División, aunque solo permaneció una temporada en el filial blanco. Comenzó entonces un rosario de cesiones a varios equipos de los cuatro puntos cardinales de España.
En la temporada 84-85 defendió la portería de la UE Cornellá y al curso siguiente se marchó al Puertollano, donde permaneció cinco temporadas. En 1990 volvió a cambiar de aires y se unió a la disciplina del Elche, pero apenas disfrutó de minutos y en la campaña 91-92 formó parte del Mérida. Fue en el equipo emeritense donde comenzó a destacar hasta el punto de que Vicente Miera le convocó con la selección olímpica para disputar los Juegos de Barcelona 92.
Durante la concentración previa parecía que Cañizares se postulaba como el guardameta titular, pero a la hora de la verdad Miera le confió el puesto bajo los palos a Toni y Cañete no tuvo ningún minuto, pero eso no impide que guarde como oro en paño la medalla de oro que conquistaron. De hecho, la conserva en la caja fuerte de un banco.
Tras la resaca olímpica, Cañizares se incorporó al Celta de Vigo, equipo al que le había traspasado el Real Madrid antes de los Juegos. El guardameta madrileño- aunque criado en Puertollano- debutó en Primera División el 6 de septimebre de 1992 en Riazor ante el Deportivo de la Coruña. Esa campaña conquistó su primer trofeo Zamora tras encajar 30 goles en 36 encuentros.
El Madrid no había perdido de vista a Cañizares y en la temporada 94-95 decidió reincorporarlo a sus filas, esta vez directo al primer equipo blanco. Pero allí no encontró la forma de arrebatarle la titularidad a todo un veterano como Paco Buyo primero, ni a Bodo Illgner, que se incorporó al club madridista en la temporada 96-97. Con el Madrid logró sus primeros títulos a nivel de clubes: dos Ligas (94-95 y 96-97), una Supercopa de España (1997) y una Liga de Campeones (1998).
A Cañizares no le gustaba el papel de actor secundario y en el verano de 1998 fichó por el Valencia, el club que le catapultó hacia el éxito. Su primer entrenador fue Claudio Ranieri, quien le bautizó con el sobrenombre de 'El Dragón'. Se adueñó de la portería ché nada más aterrizar en Mestalla y pronto se ganó el mérito de ser el mejor portero de la historia del Valencia.
Los éxitos colectivos e individuales se sucedieron en las diez temporadas que vistió la camiseta del Valencia. Con el equipo del Turia logró dos Ligas (01-02 y 03-04), dos Copas del Rey (1999 y 2008), una Supercopa de España (1999), una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa (2004). Además, sumó tres nuevos trofeos Zamora a su palmarés. El 18 de mayo de 2008 con un 3-1 ante el Atlético de Madrid se despidió de Mestalla, del Valencia y del fútbol en activo. Tras colgar las botas ha compaginado su pasión por los rallies con la labor de presentador en espacios deportivos, como El Día del Fútbol de Canal +.
Santi Cañizares se ganó a pulso ser considerado uno de los grandes guardametas de su época. "Fue un portero excelente en las salidas pero destacaba especialmente por sus grandes reflejos. Era un especialista parando penaltis, debido a su velocidad de reacción y sus poderosas piernas", escribe Ángel Iturriaga en su Diccionario de jugadores de la Selección española. Hasta 2014 ostentaba el privilegio de ser el mejor parapenaltis de la historia del Valencia- detuvo 13 penas máximas-, pero Diego Alves le igualó y este curso le ha superado.
Cañizares comenzó a pegarle patadas al balón desde muy pequeño y con dieciséis años ingresó en la cantera del Real Madrid. En el Castilla se estableció definitivamente como guardameta y debutó en Segunda División, aunque solo permaneció una temporada en el filial blanco. Comenzó entonces un rosario de cesiones a varios equipos de los cuatro puntos cardinales de España.
En la temporada 84-85 defendió la portería de la UE Cornellá y al curso siguiente se marchó al Puertollano, donde permaneció cinco temporadas. En 1990 volvió a cambiar de aires y se unió a la disciplina del Elche, pero apenas disfrutó de minutos y en la campaña 91-92 formó parte del Mérida. Fue en el equipo emeritense donde comenzó a destacar hasta el punto de que Vicente Miera le convocó con la selección olímpica para disputar los Juegos de Barcelona 92.
Durante la concentración previa parecía que Cañizares se postulaba como el guardameta titular, pero a la hora de la verdad Miera le confió el puesto bajo los palos a Toni y Cañete no tuvo ningún minuto, pero eso no impide que guarde como oro en paño la medalla de oro que conquistaron. De hecho, la conserva en la caja fuerte de un banco.
Tras la resaca olímpica, Cañizares se incorporó al Celta de Vigo, equipo al que le había traspasado el Real Madrid antes de los Juegos. El guardameta madrileño- aunque criado en Puertollano- debutó en Primera División el 6 de septimebre de 1992 en Riazor ante el Deportivo de la Coruña. Esa campaña conquistó su primer trofeo Zamora tras encajar 30 goles en 36 encuentros.
El Madrid no había perdido de vista a Cañizares y en la temporada 94-95 decidió reincorporarlo a sus filas, esta vez directo al primer equipo blanco. Pero allí no encontró la forma de arrebatarle la titularidad a todo un veterano como Paco Buyo primero, ni a Bodo Illgner, que se incorporó al club madridista en la temporada 96-97. Con el Madrid logró sus primeros títulos a nivel de clubes: dos Ligas (94-95 y 96-97), una Supercopa de España (1997) y una Liga de Campeones (1998).
A Cañizares no le gustaba el papel de actor secundario y en el verano de 1998 fichó por el Valencia, el club que le catapultó hacia el éxito. Su primer entrenador fue Claudio Ranieri, quien le bautizó con el sobrenombre de 'El Dragón'. Se adueñó de la portería ché nada más aterrizar en Mestalla y pronto se ganó el mérito de ser el mejor portero de la historia del Valencia.
Los éxitos colectivos e individuales se sucedieron en las diez temporadas que vistió la camiseta del Valencia. Con el equipo del Turia logró dos Ligas (01-02 y 03-04), dos Copas del Rey (1999 y 2008), una Supercopa de España (1999), una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa (2004). Además, sumó tres nuevos trofeos Zamora a su palmarés. El 18 de mayo de 2008 con un 3-1 ante el Atlético de Madrid se despidió de Mestalla, del Valencia y del fútbol en activo. Tras colgar las botas ha compaginado su pasión por los rallies con la labor de presentador en espacios deportivos, como El Día del Fútbol de Canal +.
Santi Cañizares se ganó a pulso ser considerado uno de los grandes guardametas de su época. "Fue un portero excelente en las salidas pero destacaba especialmente por sus grandes reflejos. Era un especialista parando penaltis, debido a su velocidad de reacción y sus poderosas piernas", escribe Ángel Iturriaga en su Diccionario de jugadores de la Selección española. Hasta 2014 ostentaba el privilegio de ser el mejor parapenaltis de la historia del Valencia- detuvo 13 penas máximas-, pero Diego Alves le igualó y este curso le ha superado.
En la selección absoluta
La gran actuación de Santi Cañizares en el Celta de Vigo en su primera campaña en Primera División le llevó a la selección absoluta. Debutó con el combinado nacional el 17 de noviembre de 1993 frente a Dinamarca. No salió de titular, sustituyó a Zubizarreta tras la expulsión del catalán, pero se convirtió en uno de los protagonistas del partido. Frustró las acometidas danesas e impulsó a España hacia la victoria, necesaria para conseguir el billete al Mundial de 1994.
Con la Roja participó en tres Copas del Mundo (1994, 1998 y 2006) y en tres Eurocopas (1996, 2000 y 2004), pero le tocó vivir a la sombra de dos grandes guardametas: el veterano Zubizarreta, primero, y el emergente Iker Casillas, después. Su gran momento con la selección nacional estaba reservado para el Mundial del 2002, pero sufrió una inoportuna lesión. Se rompió el tendón del pie derecho al intentar evitar la caída de un frasco de colonia durante la concentración previa al torneo y tuvo que pasar por el quirófano.
A pesar de ello tuvo la oportunidad de debutar en un Mundial el 23 de junio de 2006, en el tercer encuentro de la fase de grupos ante Arabia Saudí, el que a la postre fue su último partido con la selección española.
La gran actuación de Santi Cañizares en el Celta de Vigo en su primera campaña en Primera División le llevó a la selección absoluta. Debutó con el combinado nacional el 17 de noviembre de 1993 frente a Dinamarca. No salió de titular, sustituyó a Zubizarreta tras la expulsión del catalán, pero se convirtió en uno de los protagonistas del partido. Frustró las acometidas danesas e impulsó a España hacia la victoria, necesaria para conseguir el billete al Mundial de 1994.
Con la Roja participó en tres Copas del Mundo (1994, 1998 y 2006) y en tres Eurocopas (1996, 2000 y 2004), pero le tocó vivir a la sombra de dos grandes guardametas: el veterano Zubizarreta, primero, y el emergente Iker Casillas, después. Su gran momento con la selección nacional estaba reservado para el Mundial del 2002, pero sufrió una inoportuna lesión. Se rompió el tendón del pie derecho al intentar evitar la caída de un frasco de colonia durante la concentración previa al torneo y tuvo que pasar por el quirófano.
A pesar de ello tuvo la oportunidad de debutar en un Mundial el 23 de junio de 2006, en el tercer encuentro de la fase de grupos ante Arabia Saudí, el que a la postre fue su último partido con la selección española.