Tamudo, un enamorado del gol
Raúl Tamudo Montero nació en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) el 19 de octubre de 1977. Juega como delantero centro y desde pequeño ha mostrado un delicioso idilio con el gol. Ha sido uno de los delanteros españoles más destacados del siglo XXI y tiene un lugar privilegiado en la historia del Espanyol como máximo goleador del club perico. A sus 37 años aún se mantiene en activo y esta temporada militó en las filas del Sabadell.
Ha sido internacional absoluto y tiene una medalla de plata olímpica en su palmarés, lograda en los Juegos de Sídney 2000. Para Ángel Iturriaga, Tamudo es un "delantero liviano, prototipo del atacante oportunista, listo en el área y capaz de generar ocasiones de gol por sí mismo. Es un mito del Espanyol". Además de su habilidad extraordinaria para superar a los guardametas rivales, Tamudo siempre ha demostrado un gran compromiso sobre el terreno de juego, lo que le ha convertido en el futbolista más querido por la afición del Espanyol.
Raúl Tamudo comenzó a jugar al fútbol en su localidad natal y con 14 años se incorporó al fútbol base del RCD Espanyol, equipo del que era seguidor desde pequeño. Irrumpió en el filial del equipo perico en el último tramo de la temporada 95-96, con 18 años. Jugó cuatro encuentros, todos saliendo desde el banquillo, y en el cuarto logró su primer tanto en Segunda División B ante el Barcelona C.
El curso siguiente se estableció como jugador del Espanyol B y rápidamente se ganó un puesto como titular. A base de goles consiguió la atención de los técnicos del primer equipo blanquiazul y se ganó el estreno en Primera División. Debutó con el primer equipo el 23 de marzo de 1997 ante el Hércules. Saltó al campo en el minuto 57 y sólo tardó treinta y dos minutos en lograr su primer tanto en la élite, gol que además le otorgó la victoria al equipo barcelonés.
Terminó la temporada con 10 partidos disputados en el primer equipo, 411 minutos y dos goles. El potencial que tenía Tamudo era enorme, pero en el Espanyol querían ir paso a paso. Empezó la temporada 97-98 con el Espanyol B, intercalando minutos con el filial y algún partido en el primer equipo. En enero se marchó cedido al Alavés de Segunda División, que trataba de reforzar su plantilla para encarar la recta final de la temporada y lograr el ascenso. Tamudo participó en diez encuentros y fue titular en seis ocasiones. No marcó, pero el conjunto vasco logró subir a Primera División.
De vuelta en Barcelona, Tamudo quedó incorporado a la primera plantilla perica y disputó seis partidos de la Copa Intertoto durante el verano, en los que logró dos goles. Sin embargo, antes de que arrancara la Liga volvió a hacer las maletas y pasó la mitad del curso 98-99 cedido en el Lleida de Segunda.
En el equipo ilerdense jugó desde el primer día, pero no tuvo regularidad en los onces iniciales, por lo que regresó al conjunto perico en diciembre. Jugó 22 encuentros, marcó ocho goles y se ganó una plaza en el primer equipo perico, algo que agradeció a su estilo, a base de esfuerzo y goles. En la temporada 99-00 marcó once tantos en los 40 encuentros que jugó, pero el más especial llegó el 27 de mayo del 2000, en la final de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid. A los dos minutos de juego, Tamudo volvió a demostrar el don de la oportunidad que posee cuando ronda el área, le quitó el balón de las manos a Toni y encarriló el triunfo perico. La Copa fue su primer título como perico.
La sobresaliente temporada de Tamudo no acabó ahí. La temporada anterior ya había debutado con selección española sub 21 y ese verano fue uno de los jugadores que lideró al combinado español en el Europeo U21, logrando la medalla de bronce y el billete a los Juegos Olímpicos. En Sídney formó pareja en la línea de ataque con José Mari y fue titular en todos los encuentros, anotó un gol ante Estados Unidos y provocó otros cuatro. En cuatro meses se había colgado dos medallas al cuello y aún le quedaba un espléndido futuro por delante.
El 21 de octubre de 2000 es una fecha marcada en rojo en la vida deportiva de Raúl Tamudo. Acababa de regresar de los Juegos Olímpicos, pero no tuvo tiempo a vestirse de blanquiazul. Antes de acudir a Sídney el Glasgow Rangers le había hecho una oferta mareante al jugador catalán y estaba dispuesto a pagar los 300 millones de su cláusula de rescisión para llevárselo a Escocia.
Tamudo la rechazó, quería seguir en el equipo de su vida. Sin embargo, la entidad blanquiazul atravesa una mala racha económica y necesitaba el dinero, así que tocó las teclas adecuadas y logró que el jugador reconsiderara su decisión. El 20 de octubre se despidió entre lágrimas del Espanyol y al día siguiente viajó a Glasgow. Pero no pasó las pruebas médicas y regresó a Barcelona, para alegría del propio jugador y de la afición perica.
Ya no se movió del Espanyol y durante las siguientes nueve temporadas la historia de Tamudo se convirtió en leyenda. Cada gol y cada beso al escudo le unían más al equipo blanquiazul y a una hinchada volcada con él. Raúl Tamudo contribuyó además a rubricar las páginas más brillantes del equipo perico.
En la temporada 03-04, el Espanyol coqueteó con el descenso más de lo que hubiera deseado. En la última jornada se jugaba la permanencia con el Murcia en el Estadio Olímpico de Barcelona. Corría el minuto 70 y el marcador no se había movido, pero apareció Tamudo para abrir el marcador y conseguir la salvación en la categoría dorada del fútbol español. Dos años después fue de nuevo el encargo de abrir el marcador en una final de la Copa, en esta ocasión ante el Zaragoza. Fue el segundo título de Tamudo con el Espanyol.
Otra de las razones que le convirtió en un icono del espanyolismo es su gran capacidad para hacerle goles al eterno rival, el Barcelona. En la temporada 06-07 dos goles de Tamudo en el Camp Nou dejaron sin Liga al combinado culé. Fue el partido del 'Tamudazo' como lo calificaron los medios de comunicación al día siguiente.
Su etapa en el Espanyol llegó a su fin al término del curso 2009-10. Por primera vez en una temporada se vio relegado al banquillo casi por norma y sólo
jugó siete encuentros. El 8 de mayo de 2005, con la permanencia asegurada, Pochettino le concedió los último 29 minutos del partido para que se despidiera de su afición, que le brindó un homenaje durante todo el partido. Dejó el club perico después de catorce temporadas en la élite, 419 partidos y 164 goles en todas las competiciones. Además, ostenta el récord de ser el máximo goleador de la historia del Espanyol con 129 tantos en Liga.
Del Espanyol se marchó a la Real Sociedad, donde logró 7 goles en 31 encuentros y se convirtió en el máximo anotador catalán de la historia liguera. En la temporada 11-12 cambió San Sebastián por Madrid y se enroló en las filas del Rayo Vallecano, donde jugó dos campañas con una estancia intermedia en el Pachuca FC de la liga mexicana, donde no logró adaptarse. Los últimos meses en Vallecas sólo disputó cuatro encuentros, así que volvió a Cataluña.
Las dos últimas temporadas ha defendido la camiseta del CE Sabadell, aunque este último curso sólo jugó seis encuentros (en los que marcó cuatro goles). Con el descenso del club arlquinado a Segunda B su futuro queda en el aire.
Con la selección española
Raúl Tamudo fue uno de los pocos jugadores de la generación olímpica de Sídney que debutó con la selección absoluta antes de los Juegos. Fue el 16 de agosto del 2000, en un encuentro amistoso contra Alemania. En 2002 disputó dos partidos con la Roja y luego tuvo que esperar otros dos años para volver a ser convocado.
Como le había ocurrido a Luque, la hegemonía de Raúl y Morientes en el combinado nacional dejaba pocas opciones de participación al resto de delanteros destacados de la liga española. El 13 de octubre de 2004 jugó su primer partido oficial con el equipo nacional y en 2007 se despidió definitivamente de la selección. Tamudo fue internacional absoluto en 13 ocasiones y anotó 5 goles.
Ha sido internacional absoluto y tiene una medalla de plata olímpica en su palmarés, lograda en los Juegos de Sídney 2000. Para Ángel Iturriaga, Tamudo es un "delantero liviano, prototipo del atacante oportunista, listo en el área y capaz de generar ocasiones de gol por sí mismo. Es un mito del Espanyol". Además de su habilidad extraordinaria para superar a los guardametas rivales, Tamudo siempre ha demostrado un gran compromiso sobre el terreno de juego, lo que le ha convertido en el futbolista más querido por la afición del Espanyol.
Raúl Tamudo comenzó a jugar al fútbol en su localidad natal y con 14 años se incorporó al fútbol base del RCD Espanyol, equipo del que era seguidor desde pequeño. Irrumpió en el filial del equipo perico en el último tramo de la temporada 95-96, con 18 años. Jugó cuatro encuentros, todos saliendo desde el banquillo, y en el cuarto logró su primer tanto en Segunda División B ante el Barcelona C.
El curso siguiente se estableció como jugador del Espanyol B y rápidamente se ganó un puesto como titular. A base de goles consiguió la atención de los técnicos del primer equipo blanquiazul y se ganó el estreno en Primera División. Debutó con el primer equipo el 23 de marzo de 1997 ante el Hércules. Saltó al campo en el minuto 57 y sólo tardó treinta y dos minutos en lograr su primer tanto en la élite, gol que además le otorgó la victoria al equipo barcelonés.
Terminó la temporada con 10 partidos disputados en el primer equipo, 411 minutos y dos goles. El potencial que tenía Tamudo era enorme, pero en el Espanyol querían ir paso a paso. Empezó la temporada 97-98 con el Espanyol B, intercalando minutos con el filial y algún partido en el primer equipo. En enero se marchó cedido al Alavés de Segunda División, que trataba de reforzar su plantilla para encarar la recta final de la temporada y lograr el ascenso. Tamudo participó en diez encuentros y fue titular en seis ocasiones. No marcó, pero el conjunto vasco logró subir a Primera División.
De vuelta en Barcelona, Tamudo quedó incorporado a la primera plantilla perica y disputó seis partidos de la Copa Intertoto durante el verano, en los que logró dos goles. Sin embargo, antes de que arrancara la Liga volvió a hacer las maletas y pasó la mitad del curso 98-99 cedido en el Lleida de Segunda.
En el equipo ilerdense jugó desde el primer día, pero no tuvo regularidad en los onces iniciales, por lo que regresó al conjunto perico en diciembre. Jugó 22 encuentros, marcó ocho goles y se ganó una plaza en el primer equipo perico, algo que agradeció a su estilo, a base de esfuerzo y goles. En la temporada 99-00 marcó once tantos en los 40 encuentros que jugó, pero el más especial llegó el 27 de mayo del 2000, en la final de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid. A los dos minutos de juego, Tamudo volvió a demostrar el don de la oportunidad que posee cuando ronda el área, le quitó el balón de las manos a Toni y encarriló el triunfo perico. La Copa fue su primer título como perico.
La sobresaliente temporada de Tamudo no acabó ahí. La temporada anterior ya había debutado con selección española sub 21 y ese verano fue uno de los jugadores que lideró al combinado español en el Europeo U21, logrando la medalla de bronce y el billete a los Juegos Olímpicos. En Sídney formó pareja en la línea de ataque con José Mari y fue titular en todos los encuentros, anotó un gol ante Estados Unidos y provocó otros cuatro. En cuatro meses se había colgado dos medallas al cuello y aún le quedaba un espléndido futuro por delante.
El 21 de octubre de 2000 es una fecha marcada en rojo en la vida deportiva de Raúl Tamudo. Acababa de regresar de los Juegos Olímpicos, pero no tuvo tiempo a vestirse de blanquiazul. Antes de acudir a Sídney el Glasgow Rangers le había hecho una oferta mareante al jugador catalán y estaba dispuesto a pagar los 300 millones de su cláusula de rescisión para llevárselo a Escocia.
Tamudo la rechazó, quería seguir en el equipo de su vida. Sin embargo, la entidad blanquiazul atravesa una mala racha económica y necesitaba el dinero, así que tocó las teclas adecuadas y logró que el jugador reconsiderara su decisión. El 20 de octubre se despidió entre lágrimas del Espanyol y al día siguiente viajó a Glasgow. Pero no pasó las pruebas médicas y regresó a Barcelona, para alegría del propio jugador y de la afición perica.
Ya no se movió del Espanyol y durante las siguientes nueve temporadas la historia de Tamudo se convirtió en leyenda. Cada gol y cada beso al escudo le unían más al equipo blanquiazul y a una hinchada volcada con él. Raúl Tamudo contribuyó además a rubricar las páginas más brillantes del equipo perico.
En la temporada 03-04, el Espanyol coqueteó con el descenso más de lo que hubiera deseado. En la última jornada se jugaba la permanencia con el Murcia en el Estadio Olímpico de Barcelona. Corría el minuto 70 y el marcador no se había movido, pero apareció Tamudo para abrir el marcador y conseguir la salvación en la categoría dorada del fútbol español. Dos años después fue de nuevo el encargo de abrir el marcador en una final de la Copa, en esta ocasión ante el Zaragoza. Fue el segundo título de Tamudo con el Espanyol.
Otra de las razones que le convirtió en un icono del espanyolismo es su gran capacidad para hacerle goles al eterno rival, el Barcelona. En la temporada 06-07 dos goles de Tamudo en el Camp Nou dejaron sin Liga al combinado culé. Fue el partido del 'Tamudazo' como lo calificaron los medios de comunicación al día siguiente.
Su etapa en el Espanyol llegó a su fin al término del curso 2009-10. Por primera vez en una temporada se vio relegado al banquillo casi por norma y sólo
jugó siete encuentros. El 8 de mayo de 2005, con la permanencia asegurada, Pochettino le concedió los último 29 minutos del partido para que se despidiera de su afición, que le brindó un homenaje durante todo el partido. Dejó el club perico después de catorce temporadas en la élite, 419 partidos y 164 goles en todas las competiciones. Además, ostenta el récord de ser el máximo goleador de la historia del Espanyol con 129 tantos en Liga.
Del Espanyol se marchó a la Real Sociedad, donde logró 7 goles en 31 encuentros y se convirtió en el máximo anotador catalán de la historia liguera. En la temporada 11-12 cambió San Sebastián por Madrid y se enroló en las filas del Rayo Vallecano, donde jugó dos campañas con una estancia intermedia en el Pachuca FC de la liga mexicana, donde no logró adaptarse. Los últimos meses en Vallecas sólo disputó cuatro encuentros, así que volvió a Cataluña.
Las dos últimas temporadas ha defendido la camiseta del CE Sabadell, aunque este último curso sólo jugó seis encuentros (en los que marcó cuatro goles). Con el descenso del club arlquinado a Segunda B su futuro queda en el aire.
Con la selección española
Raúl Tamudo fue uno de los pocos jugadores de la generación olímpica de Sídney que debutó con la selección absoluta antes de los Juegos. Fue el 16 de agosto del 2000, en un encuentro amistoso contra Alemania. En 2002 disputó dos partidos con la Roja y luego tuvo que esperar otros dos años para volver a ser convocado.
Como le había ocurrido a Luque, la hegemonía de Raúl y Morientes en el combinado nacional dejaba pocas opciones de participación al resto de delanteros destacados de la liga española. El 13 de octubre de 2004 jugó su primer partido oficial con el equipo nacional y en 2007 se despidió definitivamente de la selección. Tamudo fue internacional absoluto en 13 ocasiones y anotó 5 goles.