La selección española tenía un objetivo muy ambicioso en Atlanta: refrendar la medalla de oro conseguida en Barcelona 92. Las expectativas puestas en aquel combinado nacional eran muy altas, como también lo fue el golpe en el debut olímpico. No en cuanto al resultado, pues España logró los tres puntos gracias a un tanto mágico de Óscar, pero sí por lo que respecta al juego, pobre y con bastantes carencias.
El conjunto de Clemente había caído en el grupo B junto a Arabia Saudí, Francia y Australia. Los galos se presentaban como el rival más fuerte, aunque sobre el terreno de juego se demostró que no hay equipo sencillo. España lo pudo comprobar en el primer partido de la fase de grupos ante la selección árabe.
El 20 de julio, a las 18.30 de la tarde, Arabia saltó al campo del Citrus Bowl sin complejos y dispuesta a plantarle cara a los hispanos. Su osado arranque sorprendió a España, que se escondió en su caparazón como un caracol asustado y tardó su tiempo en asomar la cabeza.
La selección africana basó su ofensiva en una presión alta que agobiara a España y en el juego por las bandas y no tardó en poner a prueba los reflejos de Mora bajo los palos. Amin y Al- Dossari fueron los primeros en disparar contra el área española, aunque con escaso éxito.
Con el balón en poder de los árabes, España estaba perdida y el mediocampo brillaba por su ausencia. Sólo cuando Iván de la Peña pudo retener en sus botas el esférico y a conectar con Raúl comenzó a funcionar la maquinaria española. Con imprecisiones, eso sí, ya que todo el juego se volcaba por el centro y los costados estaban desaprovechados.
Raúl tuvo la mejor oportunidad para abrir el marcador con un remate que repelió el travesaño, aunque poco después Mora tuvo que emplearse a fondo para resolver un mano a mano con Amin. Y es que en los minutos finales del primer tiempo Arabia Saudí recuperó terreno y volvió a inquietar a la zaga española.
El segundo tiempo tuvo menos ritmo, en gran parte por culpa del calor húmedo de Orlando, y España fue la gran perjudicada. El combinado árabe jugó al contraataque y convirtió a Mora en el gran salvador español. Aunque también Santi Denia tuvo mucho que ver en que el marcador no se moviera al salvar sobre la línea de gol un lanzamiento de Falatah.
Quedaba un resquicio de esperanza y España lo aprovechó. Dos de los jugadores que habían entrado como revulsivos en el segundo tiempo fueron los protagonistas de la mejor acción ofensiva del combinado nacional en el minuto 79. "Un centro desde la derecha de Roberto acabó topándose con la cabeza salvadora de Óscar, que superó la miedosa salida de Al-Sadeq", describió Enrique Ortego en las páginas de ABC.
Por delante quedaban diez minutos de sufrimiento, porque Mora aún tuvo que intervenir una vez más para mantener el 1-0 en el marcador. De no ser por la falta de acierto en la finalización, Arabia Saudí bien podría haber dado la campanada. Cristina Cubero, enviada especial de Mundo Deportivo, relató que Arabia "exhibió un buen manejo del balón y una punta de velocidad excelente, pero su ingenuidad ante portería fue su tumba".
Los tres puntos se marcharon al casillero español gracias al acierto de Óscar y a una gran dosis de fortuna, pero el sabor de la victoria fue más bien agridulce. Las sensaciones sobre el campo no habían sido las mejores y España debía buscar otros argumentos para sacar los partidos adelante. Como escribió Enrique Ortego, "así no se defiende la medalla de oro conquistada en Barcelona".
Ficha técnica
España: Mora; Mendieta, Santi Denia, Korino, Aranzábal; José Ignacio, De la Peña (Karanka, 70'); Idiákez (Roberto, 61'), Raúl, Lardín; Morientes (Óscar, 61').
Arabia Saudí: Al Sadeq; Al-Jahani, Al- Khilaiwi, Zubromawi, Al- Rashaid; K. Al Dossari, Al- Sulaimani (Sifeen, 83'); Amin, Al- Harbi, O. Al- Dosari; Falatah.
Goles: 1-0 Óscar (79').
Árbitro: Pierluigi Collina (Italia). Mostró amarillas a Santi y Mendieta, por España, y a Al- Sulaimani, por Arabia.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la fase de grupos en el grupo B, disputado en el Citrus Bowl de Orlando ante 28.174 espectadores.
El conjunto de Clemente había caído en el grupo B junto a Arabia Saudí, Francia y Australia. Los galos se presentaban como el rival más fuerte, aunque sobre el terreno de juego se demostró que no hay equipo sencillo. España lo pudo comprobar en el primer partido de la fase de grupos ante la selección árabe.
El 20 de julio, a las 18.30 de la tarde, Arabia saltó al campo del Citrus Bowl sin complejos y dispuesta a plantarle cara a los hispanos. Su osado arranque sorprendió a España, que se escondió en su caparazón como un caracol asustado y tardó su tiempo en asomar la cabeza.
La selección africana basó su ofensiva en una presión alta que agobiara a España y en el juego por las bandas y no tardó en poner a prueba los reflejos de Mora bajo los palos. Amin y Al- Dossari fueron los primeros en disparar contra el área española, aunque con escaso éxito.
Con el balón en poder de los árabes, España estaba perdida y el mediocampo brillaba por su ausencia. Sólo cuando Iván de la Peña pudo retener en sus botas el esférico y a conectar con Raúl comenzó a funcionar la maquinaria española. Con imprecisiones, eso sí, ya que todo el juego se volcaba por el centro y los costados estaban desaprovechados.
Raúl tuvo la mejor oportunidad para abrir el marcador con un remate que repelió el travesaño, aunque poco después Mora tuvo que emplearse a fondo para resolver un mano a mano con Amin. Y es que en los minutos finales del primer tiempo Arabia Saudí recuperó terreno y volvió a inquietar a la zaga española.
El segundo tiempo tuvo menos ritmo, en gran parte por culpa del calor húmedo de Orlando, y España fue la gran perjudicada. El combinado árabe jugó al contraataque y convirtió a Mora en el gran salvador español. Aunque también Santi Denia tuvo mucho que ver en que el marcador no se moviera al salvar sobre la línea de gol un lanzamiento de Falatah.
Quedaba un resquicio de esperanza y España lo aprovechó. Dos de los jugadores que habían entrado como revulsivos en el segundo tiempo fueron los protagonistas de la mejor acción ofensiva del combinado nacional en el minuto 79. "Un centro desde la derecha de Roberto acabó topándose con la cabeza salvadora de Óscar, que superó la miedosa salida de Al-Sadeq", describió Enrique Ortego en las páginas de ABC.
Por delante quedaban diez minutos de sufrimiento, porque Mora aún tuvo que intervenir una vez más para mantener el 1-0 en el marcador. De no ser por la falta de acierto en la finalización, Arabia Saudí bien podría haber dado la campanada. Cristina Cubero, enviada especial de Mundo Deportivo, relató que Arabia "exhibió un buen manejo del balón y una punta de velocidad excelente, pero su ingenuidad ante portería fue su tumba".
Los tres puntos se marcharon al casillero español gracias al acierto de Óscar y a una gran dosis de fortuna, pero el sabor de la victoria fue más bien agridulce. Las sensaciones sobre el campo no habían sido las mejores y España debía buscar otros argumentos para sacar los partidos adelante. Como escribió Enrique Ortego, "así no se defiende la medalla de oro conquistada en Barcelona".
Ficha técnica
España: Mora; Mendieta, Santi Denia, Korino, Aranzábal; José Ignacio, De la Peña (Karanka, 70'); Idiákez (Roberto, 61'), Raúl, Lardín; Morientes (Óscar, 61').
Arabia Saudí: Al Sadeq; Al-Jahani, Al- Khilaiwi, Zubromawi, Al- Rashaid; K. Al Dossari, Al- Sulaimani (Sifeen, 83'); Amin, Al- Harbi, O. Al- Dosari; Falatah.
Goles: 1-0 Óscar (79').
Árbitro: Pierluigi Collina (Italia). Mostró amarillas a Santi y Mendieta, por España, y a Al- Sulaimani, por Arabia.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la fase de grupos en el grupo B, disputado en el Citrus Bowl de Orlando ante 28.174 espectadores.