Superada la ronda preliminar, a España le tocaba vérselas con la anfitriona Bélgica en los cuartos de final del torneo. Para ellos también era el debut en unos Juegos Olímpicos, pero contaban con una notable ventaja sobre los españoles: No habían tenido que jugar la fase previa y llegaban frescos y con la energía al 100%.
El encuentro se jugó el 29 de agosto; tampoco en aquella época existía eso de las jornadas de descanso, ni conceder un tiempo prudente para preparar el próximo partido-menos mal que a José Mourinho no le tocó entrenar hace casi un siglo. Y el escenario fue la joya de la corona de Amberes 1920: El Stadium.
Allí se disputaron la mayoría de la competiciones. Era una construcción inspirada en los estadios clásicos de la Antigua Grecia que le había costado al país algo más de dos millones de francos. Podía albergar a 50.000 personas y 32.000 estarían "cómodamente sentadas". El campo de fútbol tenía unas dimensiones de 106x70 metros; es decir, un metro de largo y dos de ancho más grande que el Camp Nou o el Santiago Bernabéu. Y qué decir de las instalaciones, maravillosas a los ojos del reportero que firma estas líneas en el diario Mundo Deportivo.
El encuentro se jugó el 29 de agosto; tampoco en aquella época existía eso de las jornadas de descanso, ni conceder un tiempo prudente para preparar el próximo partido-menos mal que a José Mourinho no le tocó entrenar hace casi un siglo. Y el escenario fue la joya de la corona de Amberes 1920: El Stadium.
Allí se disputaron la mayoría de la competiciones. Era una construcción inspirada en los estadios clásicos de la Antigua Grecia que le había costado al país algo más de dos millones de francos. Podía albergar a 50.000 personas y 32.000 estarían "cómodamente sentadas". El campo de fútbol tenía unas dimensiones de 106x70 metros; es decir, un metro de largo y dos de ancho más grande que el Camp Nou o el Santiago Bernabéu. Y qué decir de las instalaciones, maravillosas a los ojos del reportero que firma estas líneas en el diario Mundo Deportivo.
El desgaste que había provocado el partido contra los todopoderosos daneses dejó tocados a varios titulares del primer partido de la Selección y Paco Brú tuvo que hacer cuatro sustituciones. Entró Vallana por Otero, Sancho y Artola por Belauste y Samitier, y Vázquez por Sesúmaga. España ya tenía 15 internacionales.
En esta ocasión la fe española no fue suficiente contra el equipo belga, que tenía la frescura, el estadio y el público a su favor. La selección belga atacó sin tregua desde el primer minuto y desplegó "un juego rápido que desconcertó a los españoles", relata Hándicap en Madrid Sport. Aunque en las páginas de Mundo Deportivo Juan Deportista señala que también practicó "un juego sucio y reprobable".
En esta ocasión la fe española no fue suficiente contra el equipo belga, que tenía la frescura, el estadio y el público a su favor. La selección belga atacó sin tregua desde el primer minuto y desplegó "un juego rápido que desconcertó a los españoles", relata Hándicap en Madrid Sport. Aunque en las páginas de Mundo Deportivo Juan Deportista señala que también practicó "un juego sucio y reprobable".
A Zamora le tocó vivir en sus pieles la primera crítica mediática tras encajar el primer gol. Un tanto de Robert Coppeé, la estrella belga, en el primer tiempo fue el responsable. Escribe Rubryk en ABC: "Le hicieron a poco de comenzar el partido un tanto bochornoso. Por adoptar una postura bonita, no guardó la colocación debida y un balón sin fuerza, fácil, se le escapó de las manos y entró a la red".
Con el 1-0 en contra y los pitos de la hinchada belga se marchó España al descanso. En el segundo tiempo trató de enmendarse y cambiar el rumbo del partido, pero se encontró de nuevo con Robert Coppeé que hizo el 2-0 a pase de Hebden. No hubo tiempo de digerirlo; pocos minutos después el propio Coppeé rubricaba el hat-trick tras recibir la asistencia de Vanhege.
Arrate fue una vez más el gran héroe del partido y autor del gol del honor. Así lo describe Carlos Toro en Del choque al toque: "España, herida y rabiosa, se volcó sobre el marco de De Bie. Y encontró el premio en un penalti que Arrate convirtió a su manera: duro y a lo que saliera".
El colegiado del partido, un holandés llamado Johannes Mutters, no se libró de las críticas españolas. Y es que Hándicap firmó en las páginas de Madrid Sport que era "un árbitro negligente o parcial, puesto que el segundo goal fue de un off-side escandaloso de su extremo izquierdo", es decir, de Hebden.
No jugó del todo mal España a pesar de los pesares y se marchó ovacionada por las 40.000 almas (¿o eran 18.000?) que durante el partido bien le habían silbado. Una derrota que escoció sólo ligeramente, pues las esperanzas de lograr una medalla de plata o bronce seguían en el horizonte. Es por ello que la primera vez que España no pasó de cuartos se quedó en una anécdota.
Ficha técnica
Bélgica: De Bie; Swartenbroeks, Verbeek, Musch, Hanse, Fierens, Vanhege, Robert Coppeé, Balyu, Nisot y Hebdin.
España: Zamora; Vallana, Arrate; Artola, Sancho, Eguiazábal; Pagaza, Pichichi, Patricio, Vázquez y Acedo.
Goles: 1-0 Robert Coppeé (11'). 2-0 Robert Coppeé (52'). 3-0 Robert Coppeé (55'). 3-1 Arrate (p.) (62').
Estadio: Stadium Olímpico de Amberes. 40.000 espectadores según las crónicas; 18.000, según la FIFA.
Con el 1-0 en contra y los pitos de la hinchada belga se marchó España al descanso. En el segundo tiempo trató de enmendarse y cambiar el rumbo del partido, pero se encontró de nuevo con Robert Coppeé que hizo el 2-0 a pase de Hebden. No hubo tiempo de digerirlo; pocos minutos después el propio Coppeé rubricaba el hat-trick tras recibir la asistencia de Vanhege.
Arrate fue una vez más el gran héroe del partido y autor del gol del honor. Así lo describe Carlos Toro en Del choque al toque: "España, herida y rabiosa, se volcó sobre el marco de De Bie. Y encontró el premio en un penalti que Arrate convirtió a su manera: duro y a lo que saliera".
El colegiado del partido, un holandés llamado Johannes Mutters, no se libró de las críticas españolas. Y es que Hándicap firmó en las páginas de Madrid Sport que era "un árbitro negligente o parcial, puesto que el segundo goal fue de un off-side escandaloso de su extremo izquierdo", es decir, de Hebden.
No jugó del todo mal España a pesar de los pesares y se marchó ovacionada por las 40.000 almas (¿o eran 18.000?) que durante el partido bien le habían silbado. Una derrota que escoció sólo ligeramente, pues las esperanzas de lograr una medalla de plata o bronce seguían en el horizonte. Es por ello que la primera vez que España no pasó de cuartos se quedó en una anécdota.
Ficha técnica
Bélgica: De Bie; Swartenbroeks, Verbeek, Musch, Hanse, Fierens, Vanhege, Robert Coppeé, Balyu, Nisot y Hebdin.
España: Zamora; Vallana, Arrate; Artola, Sancho, Eguiazábal; Pagaza, Pichichi, Patricio, Vázquez y Acedo.
Goles: 1-0 Robert Coppeé (11'). 2-0 Robert Coppeé (52'). 3-0 Robert Coppeé (55'). 3-1 Arrate (p.) (62').
Estadio: Stadium Olímpico de Amberes. 40.000 espectadores según las crónicas; 18.000, según la FIFA.