El mismo día de la final del torneo de consolación entre Italia y España se disputó la final por la medalla de Oro, que enfrentaba a Bélgica y Checoslovaquia. En la primera parte la selección anfitriona ya vencía 2-0 y el árbitro del partido, John Lewis, expulsó a la estrella checa: Karel Steiner. Los checos no se lo tomaron nada bien y abandonaron el terreno de juego. Así que Bélgica fue declarada vencedora de la medalla dorada.
Checoslovaquia debía entonces enfrentarse a España en la final por la plata, pero, tras su abandono, fue descalificada por el Comité Olímpico y se decidió que Holanda, eliminada por Bélgica en semifinales, fuera el rival de la selección española.
El choque por la plata se celebró el 5 de septiembre en el Stadium de Amberes, bajo la lluvia, como venía siendo habitual a lo largo de todos los Juegos en la ciudad belga. Paco Bru volvió a variar el once. Arrate regresó a la defensa en lugar de Otero; el centro del campo lo formaron Belauste, Samitier y Eguiazábal; y en ataque repitieron Moncho, Pichichi y Sesúmaga y entraron Patricio y Acedo por Pagaza (lesionado ante Italia) y Silverio. Repetía Zamora en la portería, en 1920 aún no existían las sanciones post- expulsiones por lo que se ve.
Fue un encuentro emocionante, con mucho fútbol y deportividad. Los holandeses son "rápidos en el juego, combinan y pasan bien. Son valientes en el ataque, que casi siempre llevan al goal contrario; únicamente les falta algo de más precisión en el chutar", describía Rubryk en ABC.
Pero España no se quedó atrás. Avisó Sesúmaga con un disparo al larguero y a los siete minutos logró el primer gol de la tarde "de un soberbio chut", relata Rubryk. En el minuto 35 la selección española encarrilló el triunfo, de nuevo gracias a un potente disparo de Sesúmaga.
Tras el descanso, Holanda se lanzó contra el área hispana, pero no encontraba la manera de perforar la defensa. "Nuestra puerta era infranqueable. Vallana y Arrate defienden con tesón, y en última instancia Zamora no deja pasar nada", escribió Rubryk. Hasta el minuto 68. Entonces el holandés Groosjohan aprovechó su ocasión y logró el 2-1, que le daba emoción al choque. Cuenta Rubryk que el tanto vino por "una intempestiva salida de Zamora, en primera instancia, y a resbalar el balón en la cabeza de Arrate cuando oportunamente acudió éste a salvar la situación".
Pero apareció el olfato goleador del genial Pichichi. En el minuto 72 Moncho lanzó un freekick y el delantero del Athletic de Bilbao lo mandó de un testarazo al fondo de las mallas de Robert MacNeill. Con el 3-1 finalizó el partido en el Estadio. ¡La medalla de plata era para los españoles! La selección holandesa reconoció el triunfo español y "dando una nobilísima prueba de caballerosidad y espíritu deportivo felicitaron a los nuestros", narra Rubryk.
No pudo finalizar mejor el primer contacto del fútbol español con unos Juegos Olímpicos. España quedó en la segunda posición tras disputar cinco partidos en nueve días y perder sólo uno (Bélgica sólo jugó tres, pero así era el sistema de competición). La primera página de la historia de la selección se había escrito en letras de plata.
Casi un siglo después, España y Holanda repetirían enfrentamiento en una final, durante el Mundial de Sudáfrica. España volvió a vencer, no sin cierto sufrimiento, y Casillas se vistió de Zamora. Pero esa es otra historia.
Ficha técnica
España: Zamora; Arrate, Vallana; Belauste, Samitier, Eguiazábal; Moncho, Sesúmaga, Pichichi, Patricio, Acedo.
Holanda: MacNeill; Denis, Verweij; Bosschart, Kuipers, Steeman; Van Rappard, Van Dort, Groosjohan, Von Heijden, Bulder.
Goles: 1-0 Sesúmaga (7'). 2-0 Sesúmaga (35'). 2-1 Groosjohan (68'). 3-1 Pichichi (72').
Árbitro: Paul Putz (Bélgica).
Checoslovaquia debía entonces enfrentarse a España en la final por la plata, pero, tras su abandono, fue descalificada por el Comité Olímpico y se decidió que Holanda, eliminada por Bélgica en semifinales, fuera el rival de la selección española.
El choque por la plata se celebró el 5 de septiembre en el Stadium de Amberes, bajo la lluvia, como venía siendo habitual a lo largo de todos los Juegos en la ciudad belga. Paco Bru volvió a variar el once. Arrate regresó a la defensa en lugar de Otero; el centro del campo lo formaron Belauste, Samitier y Eguiazábal; y en ataque repitieron Moncho, Pichichi y Sesúmaga y entraron Patricio y Acedo por Pagaza (lesionado ante Italia) y Silverio. Repetía Zamora en la portería, en 1920 aún no existían las sanciones post- expulsiones por lo que se ve.
Fue un encuentro emocionante, con mucho fútbol y deportividad. Los holandeses son "rápidos en el juego, combinan y pasan bien. Son valientes en el ataque, que casi siempre llevan al goal contrario; únicamente les falta algo de más precisión en el chutar", describía Rubryk en ABC.
Pero España no se quedó atrás. Avisó Sesúmaga con un disparo al larguero y a los siete minutos logró el primer gol de la tarde "de un soberbio chut", relata Rubryk. En el minuto 35 la selección española encarrilló el triunfo, de nuevo gracias a un potente disparo de Sesúmaga.
Tras el descanso, Holanda se lanzó contra el área hispana, pero no encontraba la manera de perforar la defensa. "Nuestra puerta era infranqueable. Vallana y Arrate defienden con tesón, y en última instancia Zamora no deja pasar nada", escribió Rubryk. Hasta el minuto 68. Entonces el holandés Groosjohan aprovechó su ocasión y logró el 2-1, que le daba emoción al choque. Cuenta Rubryk que el tanto vino por "una intempestiva salida de Zamora, en primera instancia, y a resbalar el balón en la cabeza de Arrate cuando oportunamente acudió éste a salvar la situación".
Pero apareció el olfato goleador del genial Pichichi. En el minuto 72 Moncho lanzó un freekick y el delantero del Athletic de Bilbao lo mandó de un testarazo al fondo de las mallas de Robert MacNeill. Con el 3-1 finalizó el partido en el Estadio. ¡La medalla de plata era para los españoles! La selección holandesa reconoció el triunfo español y "dando una nobilísima prueba de caballerosidad y espíritu deportivo felicitaron a los nuestros", narra Rubryk.
No pudo finalizar mejor el primer contacto del fútbol español con unos Juegos Olímpicos. España quedó en la segunda posición tras disputar cinco partidos en nueve días y perder sólo uno (Bélgica sólo jugó tres, pero así era el sistema de competición). La primera página de la historia de la selección se había escrito en letras de plata.
Casi un siglo después, España y Holanda repetirían enfrentamiento en una final, durante el Mundial de Sudáfrica. España volvió a vencer, no sin cierto sufrimiento, y Casillas se vistió de Zamora. Pero esa es otra historia.
Ficha técnica
España: Zamora; Arrate, Vallana; Belauste, Samitier, Eguiazábal; Moncho, Sesúmaga, Pichichi, Patricio, Acedo.
Holanda: MacNeill; Denis, Verweij; Bosschart, Kuipers, Steeman; Van Rappard, Van Dort, Groosjohan, Von Heijden, Bulder.
Goles: 1-0 Sesúmaga (7'). 2-0 Sesúmaga (35'). 2-1 Groosjohan (68'). 3-1 Pichichi (72').
Árbitro: Paul Putz (Bélgica).