La final del torneo de consolación deparó todo un derbi del Mediterráneo con el enfrenamiento entre españoles e italianos. El partido se disputó el 2 de septiembre, de nuevo en el Estadio de Amberes. Ni siquiera habían transcurrido 24 horas desde la guerra frente a los suecos y de nada sirvió la solicitud de un día de descanso. Denegada, dijo el Comité.
Paco Bru introdujo aire fresco en su equipo para paliar las heridas de guerra. Cinco cambios con respecto al partido frente a Suecia: Otero por Arrate, Artola por Belauste, Sancho por Samitier, Moncho por Patricio y Silverio por Acedo. Moncho y Silverio estraban internacionalidad con España y aumentaban a dieciocho la cifra de jugadores que habían participado en los Juegos.
Una vez que el balón echó a rodar, España se olvidó del cansancio y la fatiga y puso todo su "valor, codicia y energía" para ganar a los italianos, escribe Carlos Rodríguez en el Heraldo de Madrid. Atrás quedaron las feas armas del encuentro ante Suecia pues "nuestros chicos retornaron a su noble juego de siempre", detalla R. Aguirre en el diario La Libertad.
El equipo español salió muy enchufado al césped del Stadium, dispuesto a darle mucho trabajo al guardameta italiano Piero Campelli, que respondió con elegancia en las primeras ocasiones hispanas. Relata Aguirre que "el keeper se ve materialmente bloqueado por los nuestros, que atacan como si hubieran estado reposando una semana". En el primer disparo entre los tres palos de España, Campelli responde con una sensacional parada que le merece la ovación del público.
El partido se le puso cuesta arriba a España cuando Pichichi, tras un lance del juego, hubo de retirarse del campo y dejar a los suyos en inferioridad numérica- lo de las tres sustituciones por partido aún era una utopía en aquella época. O al menos eso cuenta la crónica de La Libertad, porque Pichichi debió recuperarse milagrosamente.
Los españoles que lograron el primer gol del partido dos minutos antes del descanso. La retórica impregna las páginas de La Libertad en el relato del tanto: "Para demostrar que aquello de la multiplicación de los panes y los peces no es nada parangonado con la elasticidad muscular de los nuestros, Sesúmaga tira a shoot admirablemente y la pelota entra en la red contraria". Pero la jugada fue mucho más que el gran disparo de Sesúmaga: "Sabino recoge un balón en su línea de medios, llevándolo al ataque y dejándolo en los pies de Pichichi; éste lo impulsa a Sesúmaga, para lanzar un shoot imparable a la red italiana", explica Hándicap en Madrid Sport. ¡¿Pero Pichichi no estaba lesionado?! (No sería la primera contradicción que encontramos en los periódicos).
Paco Bru introdujo aire fresco en su equipo para paliar las heridas de guerra. Cinco cambios con respecto al partido frente a Suecia: Otero por Arrate, Artola por Belauste, Sancho por Samitier, Moncho por Patricio y Silverio por Acedo. Moncho y Silverio estraban internacionalidad con España y aumentaban a dieciocho la cifra de jugadores que habían participado en los Juegos.
Una vez que el balón echó a rodar, España se olvidó del cansancio y la fatiga y puso todo su "valor, codicia y energía" para ganar a los italianos, escribe Carlos Rodríguez en el Heraldo de Madrid. Atrás quedaron las feas armas del encuentro ante Suecia pues "nuestros chicos retornaron a su noble juego de siempre", detalla R. Aguirre en el diario La Libertad.
El equipo español salió muy enchufado al césped del Stadium, dispuesto a darle mucho trabajo al guardameta italiano Piero Campelli, que respondió con elegancia en las primeras ocasiones hispanas. Relata Aguirre que "el keeper se ve materialmente bloqueado por los nuestros, que atacan como si hubieran estado reposando una semana". En el primer disparo entre los tres palos de España, Campelli responde con una sensacional parada que le merece la ovación del público.
El partido se le puso cuesta arriba a España cuando Pichichi, tras un lance del juego, hubo de retirarse del campo y dejar a los suyos en inferioridad numérica- lo de las tres sustituciones por partido aún era una utopía en aquella época. O al menos eso cuenta la crónica de La Libertad, porque Pichichi debió recuperarse milagrosamente.
Los españoles que lograron el primer gol del partido dos minutos antes del descanso. La retórica impregna las páginas de La Libertad en el relato del tanto: "Para demostrar que aquello de la multiplicación de los panes y los peces no es nada parangonado con la elasticidad muscular de los nuestros, Sesúmaga tira a shoot admirablemente y la pelota entra en la red contraria". Pero la jugada fue mucho más que el gran disparo de Sesúmaga: "Sabino recoge un balón en su línea de medios, llevándolo al ataque y dejándolo en los pies de Pichichi; éste lo impulsa a Sesúmaga, para lanzar un shoot imparable a la red italiana", explica Hándicap en Madrid Sport. ¡¿Pero Pichichi no estaba lesionado?! (No sería la primera contradicción que encontramos en los periódicos).
La segunda parte se inició con una Italia empeñada en conseguir el empate, pero los atacantes italianos se estrellaron una y otra vez con el muro zamorano. "Ahí está Zamora admirando a los 60.000 espectadores (¡60.000!) y mostrándose una vez más como el más enorme goalkeeper que nuestros ojos hayan visto", cita R. Aguirre.
España siguió a lo suyo, desplegando un juego "afiligranado, de admirable técnica e irreprochable factura frente a los recursos no muy limpios de los italianos". Y avanzado el segundo período logra el 0-2 por medio de Sesúmaga, aunque medio gol fue del genial Pichichi. "Obra maravillosa de Pichichi, quien para llevar el pelotón a los pies de Sesúmaga derrocha todo un tratado de driblings prácticos para coronarlos con un pase estupendísimo", reseña Hándicap. (Ya veis que Pichichi estaba enterísimo).
Un minuto después Zamora protagonizaba un rifirrafe con el italiano Badini, que zanjaba el guardameta catalán con un puñetazo. El árbitro no lo dudó. Mandó a Zamora fuera del campo y España se quedaba con nueve y Silverio de portero, "aunque con Zamora detrás del marco dándole instrucciones", precisa Carlos Toro en Del choque al toque. Fue casi un milagro que la portería española quedara a cero.
La selección lograba su tercer triunfo en los Juegos y aguardaba rival para la batalla final por la plata. Su próximo contrincante saldría del duelo por el oro que enfrentaba a Bélgica con Checoslovaquia.
Ficha técnica
Italia: Campelli; Bruna, De Vecchi; Parodi, Meneghetti, De Nardo; De Marchi, Baloncieri, Brezzi, Badini y Marucco.
España: Zamora; Otero, Vallana; Artola, Sabino, Sancho; Moncho, Pagaza, Sesúmaga, Pichichi y Silverio.
Goles: 0-1 Sesúmaga (43'). 0-2 Sesúmaga (72').
Árbitro: Paul Putz (Bélgica). Expulsó a Ricardo Zamora en el minuto 73.
[Nos quedamos con la duda de saber quién era el misterioso jugador lesionado que tuvo que retirarse del partido en la primera parte. Lo que queda claro es que Pichichi no fue. O se lesionó unos minutos y luego volvió al campo].
España siguió a lo suyo, desplegando un juego "afiligranado, de admirable técnica e irreprochable factura frente a los recursos no muy limpios de los italianos". Y avanzado el segundo período logra el 0-2 por medio de Sesúmaga, aunque medio gol fue del genial Pichichi. "Obra maravillosa de Pichichi, quien para llevar el pelotón a los pies de Sesúmaga derrocha todo un tratado de driblings prácticos para coronarlos con un pase estupendísimo", reseña Hándicap. (Ya veis que Pichichi estaba enterísimo).
Un minuto después Zamora protagonizaba un rifirrafe con el italiano Badini, que zanjaba el guardameta catalán con un puñetazo. El árbitro no lo dudó. Mandó a Zamora fuera del campo y España se quedaba con nueve y Silverio de portero, "aunque con Zamora detrás del marco dándole instrucciones", precisa Carlos Toro en Del choque al toque. Fue casi un milagro que la portería española quedara a cero.
La selección lograba su tercer triunfo en los Juegos y aguardaba rival para la batalla final por la plata. Su próximo contrincante saldría del duelo por el oro que enfrentaba a Bélgica con Checoslovaquia.
Ficha técnica
Italia: Campelli; Bruna, De Vecchi; Parodi, Meneghetti, De Nardo; De Marchi, Baloncieri, Brezzi, Badini y Marucco.
España: Zamora; Otero, Vallana; Artola, Sabino, Sancho; Moncho, Pagaza, Sesúmaga, Pichichi y Silverio.
Goles: 0-1 Sesúmaga (43'). 0-2 Sesúmaga (72').
Árbitro: Paul Putz (Bélgica). Expulsó a Ricardo Zamora en el minuto 73.
[Nos quedamos con la duda de saber quién era el misterioso jugador lesionado que tuvo que retirarse del partido en la primera parte. Lo que queda claro es que Pichichi no fue. O se lesionó unos minutos y luego volvió al campo].